Alex Pereira vuelve a noquear: la estrella que buscaba la UFC

Alex Pereira lo dijo todo con la mirada. Esa mirada fría y que haría temblar hasta al rival más duro. A pesar de que Khalil Rountree salió como una apisonadora, llegando a dominar el pleito en los primeros asaltos, el brasileño remontó de una forma abrumadora para terminar noqueándole en el cuarto asalto. El estadounidense aguantó los rodillazos y las manos en el rostro, ofreciendo una gran resistencia cuando nadie apostaba por él. Otra victoria para el monstruo Poatan, que defiende el cinturón por tercera vez en lo que va de año con otra gran actuación ante un rival que sorprendió por darle más guerra de lo esperado.

Pereira se lanzó con el pateo, pero Rountree le agarró la pierna, haciéndole caer. Estuvo rápido el estadounidense para frenar a Poatan. Intercambiaron manos y Khalil supo encontrar los huecos, haciéndole retroceder. El brasileño aumentó su movilidad, con algunas patadas bajas y haciéndose con el centro del octágono. El retador bloqueaba las low kicks, metiendo sus manos, lanzándose a por el campeón. En el segundo asalto, Rountree salió directo, listo para dar la gran sorpresa de la noche y prácticamente del año. Pereira amenazaba con sus patadas y cubriéndose con las manos adelantadas. Conectó dos derechazos que hicieron que el estadounidense se moviese, con un corte en el puente de la nariz debido a las manos rectas del monarca. Iba recuperando el control del combate Poatan y marcando el ritmo, pero el retador sorprendió con un derechazo y el brasileño terminó en el suelo. Se recuperó rápido para, poco después, recibir una high kick.

Khalil hizo retroceder a Pereira con una izquierda y otra patada, pero rápido se revolvió el brasileño. Respondía el estadounidense con dos izquierdas y se lanzaba a por él. Poatan iba cediendo asaltos en busca del KO, persiguiéndole en los últimos segundos del asalto. Le cazó con un rodillazo, pateando abajo e intentando acorralarle, pero este seguía desplazándose. El monarca le agarró de la cabeza para volver a golpear con la rodilla a un cansado Rountree. Pereira apretó en los rounds de campeonato, con duras combinaciones y un potente golpeo que empezó a sentir el retador, desgastado. Dominaba el brasileño, tocando, cebándose con la cara del estadounidense, que retrocedía, aguantando. Apretó nuevamente Poatan, acorralándolo y prácticamente tambaleándose. Estaba bañado en sangre y tocado. Khalil no respondía a los ataques y terminó doblándose para caer noqueado al suelo con el rostro totalmente cortado.

“Puedo decir que esta es una de las peleas más duras de mi carrera. Esperaba esto de Khalil. Entrena en Tailandia, uno de los lugares más duros. La estrategia fue hacer que se cansase. He visto muchas de sus peleas, lo he estudiado. Sabía que decaía a partir del segundo asalto”, declaró el brasileño tras la victoria. Pereira contempla un cambio de división, pero no descarta quedarse. “Hemos visto que Dricus (Du Plessis) va a pelear con Sean Stickland, es compañero mío así que no quiero molestarlo. Quiero moverme al peso pesado, pero en esta división también se está bien”, sentenció.

Peña recupera su cinturón

Raquel Pennington perdió su cinturón del peso gallo en su primera defensa. La estadounidense cayó ante Juliana Peña por decisión dividida (47-48, 48-47 y 48-47) en una pelea muy cerrada, en la que fue de más a menos, para recuperar su título que perdió con Amanda Nunes, a quien reclamó tras ponerse la corona. “No quería la decisión, pero estoy feliz porque me la he llevado, Raquel es muy dura. He perdido un poco de enfoque, si en algún momento te pierdes o te distraes, solo hace falta un segundo para caer. Me gustaría volver a pelear con Amanda Nunes, no me creo que esté retirada, quiero que vuelva al octágono cuanto antes”, declaró Peña después del triunfo.

Empezaron tanteándose y Peña se lanzó para llevar la iniciativa en un duelo de striking. La frenó Pennington con un recto que la hizo retroceder, manteniéndose firme. Intercambiaron manos en el centro de la jaula y la excampeona respondió con una buena derecha a la contra. Amagaba Julianna, que insistía con la derecha, muy técnica. Metió una marcha más la exmonarca, poniéndola contra la reja y haciéndola retroceder tras unos buenos golpes, acorralándola. Siguieron los intercambios, con unas manos largas de Pennington, a las que sabía responder con la derecha Peña. La de Washington consiguió el derribo y Raquel, que mostraba un gran chichón en la frente, la bloqueaba para que no se le subiese encima. La excampeona no estaba haciendo mucho, y Julianna se le subió a la espalda una vez de pie, contra la reja.

En el tercero asalto, Peña se mostraba cada vez más acertada. Intercambiaron golpes, pero la derecha de la peleadora de Washington martilleaba su rostro, haciéndola sangrar por la nariz. Volvió a conseguir el derribo fácil. Pennington intentaba escapar, poniendo la espalda, pero Julianna metió el primer gancho, castigándola con golpes en el rostro y buscando la sumisión con un gran control de muñecas. Presionó la mandíbula, pero la de Colorado pudo salir. Raquel salió con todo, con una potente patada en la cara, ante una Peña que no retrocedía. Con un derechazo, la derribó y apretó la guillotina, pero Juliana consiguió levantarse para llevar nuevamente la pelea al centro del octágono. Pennington trabajaba con el jab de izquierda, desplazándola. En el último round, los intercambios eran cada vez más fuertes. Volvieron al clinch y las manos de la exmonarca hacían mucho daño, pero Peña lanzaba un gran volumen de golpes. Con un derechazo, volvió a hacer retroceder a la de Washington, que no intentó el derribo en los últimos minutos. “He ganado esta pelea. Creo que estaba alcanzando muchos más golpes y hasta la he tirado. Simplemente voy a mejorar a partir de ahora”, aseguró Pennington, en desacuerdo con las puntuaciones de los jueces.

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