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NATACIÓN ARTÍSTICA

Adiós a Romashina, la ‘artista’ imbatible con siete oros olímpicos

La diva rusa de la sincro, en los podios olímpicos de 2008, se despide con siete oros en los Juegos, 21 medallas mundiales y sin una sola derrota en competiciones internacionales. Historia del deporte.

Svetlana Romashina medalla de oro en los Mundiales de Natación de 2019.
MANAN VATSYAYANAAFP

La natación artística no es un deporte mediático, se ha cuestionado incluso en el programa olímpico y dentro de la Federación Internacional de Natación no cuenta con demasiada cuota a la sombra de la natación y del waterpolo. Pero la retirada de Svetlana Romashina es, sin duda, una noticia de alcance en el deporte mundial. El palmarés de la nadadora de Moscú, de 33 años, es asombroso: nunca ha perdido una competición internacional, ha sumado siete oros olímpicos y 21 mundiales, al margen de 13 europeos. De 2008 a 2021 ha sido la gran diva de la sincro, primero fue joven rival de Gemma Mengual y Andrea Fuentes, luego la acompañante en los podios de Ona Carbonell. “Se convirtió en la mejor deportista de sincro de la historia”, sentenciado Carbonell, que ha ganado una medalla mundial más (23), pero siempre por detrás de Romashina, la artista imbatible, líder también de una potencia ahora cuestionada como Rusia.

En un escueto comunicado en sus redes sociales, Romashina ha anunciado que deja el deporte de elite: “Esta es una decisión equilibrada, considerada y definitiva. Creo que he logrado todas mis metas, logré todo lo que pude ... y sin vuestro apoyo difícilmente lo hubiera logrado. Por supuesto, quiero expresar mi profundo agradecimiento a mis entrenadores, mi familia y amigos... ¡muchas gracias a todos por estar a mi lado todos estos años! Ahora es el momento de cambiar la ocupación y trabajar en una capacidad diferente en beneficio de su deporte favorito”, explicó la nadadora, que en el palmarés olímpico se encuentra solamente por detrás de Laryssa Latynina (9 oros), Birgit Fischer (8) y Jenny Thompson y empatada con Allyson Fenix o Katie Ledecky.

“Recuerdo la primera vez que la conocí. Fuimos a una competición a Moscú, ella era muy joven y estuvimos tomando algo en el hotel. Tenías las ideas claras, era adulta en muchas cosas”, recuerda Gemma Mengual. Era el año 2006 y para Romashina ese fue el peor momento de su carrera. El equipo español de Anna Tarrés ganó a Rusia en la Copa FINA con una Romashina de apenas 17 años que daba sus primeros pasos. Justo después, a partir de Pekín 2008, ya empezó a no bajarse de la primera posición del podio: “Es el ejemplo de lo que es una deportista trabajadora y constante. Ella se ha adaptado a muchos cambios en Rusia, de parejas en el dúo y de entrenadoras. Le tengo admiración y tenemos una gran amistad”.

COMPETICIONESMEDALLA
Juegos Olímpicos7 oros
Mundiales22 oros
Europeos13 oros

Romashina empezó la sincro con apenas seis años cuando sus padres la llevaron a aprender a nadar. Poco a poco se enamoró de un deporte popular en Rusia, gran dominador desde la entrada del siglo XXI. Primero a la sombra de las Anastasias, de Natalia Ischenko y de Olga Brusnikina, debutó en Pekín 2008 en la rutina de equipo y en 2012 ganó el oro en Londres 2012 junto a Ischenko. A partir de ahí, heredó la responsabilidad de ser la solista de Rusia como Ona Carbonell lo hizo en España: “Llevábamos toda la vida juntas, ella tiene un año más. Siempre hemos competido. Éramos rivales, pero la relación es magnífica. Recuerdo en el último Europeo de estar en la grada hablando de nuestros hijos”, dijo Carbonell. Romashina, tras Río 2016, hizo un parón para ser madre y después regresó a lo más alto de los podios. Ahora dice adiós después de escribir con oro su nombre entre las más grandes del deporte olímpico.