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Golf | Masters de Augusta

Las estrellas desfilan por las alturas del Masters

La segunda jornada confirma un fin de semana estimulante, con seis de los 15 primeros del maltrecho ranking mundial en el top-15 de la tabla.

Las estrellas desfilan por las alturas del Masters
ERIK S. LESSER | EFE
Jorge Noguera
Nació en Madrid en 1995. Doble grado en Periodismo y Audiovisuales por la Rey Juan Carlos. Un privilegiado, hace lo que siempre quiso hacer. Entró en AS en 2017 y se quedó. Salvo un paréntesis en Actualidad, siempre en Más Deporte. Allí ha escrito sobre todo de rugby, golf y tenis. Ha cubierto el British Open, la Copa Davis o el Mutua Madrid Open.
Augusta Actualizado a

Interesadamente se diría que al fin de semana que se avecina en el Masters de Augusta solo le falta un españolito merodeando la zona noble de la tabla. Por lo demás, la receta cuenta con todos los ingredientes para un sábado y domingo bien sabrosos.

Justin Rose, Bryson DeChambeau, Rory McIlroy, Shane Lowry, Scottie Scheffler, Tyrrell Hatton, Viktor Hovland, Jason Day, Ludvig Aberg....Se juntan 11 grandes en el top-15 y seis de los 15 primeros del maltrecho ranking mundial, que hace tiempo que representa regular el panorama golfístico actual.

Se mantuvo en cabeza Justin Rose, menos iluminado que el jueves. Esta vez tiró un 71 (-1 para -8) con una tarjeta más enrevesada, cuatro birdies y tres bogeys, que la que entregó tras los primeros 18 hoyos, en los que no falló hasta el último tramo.

Su frenazo le puso en el retrovisor a una jauría de hienas. La más hambrienta responde al nombre de Rory McIlroy, del que ya da hasta miedo poner por escrito que podría acabar el domingo con sus diez años de sequía en el Grand Slam, aunque el 66 (-6 para -6) que tiró sea la mejor tarjeta del día.

DeChambeau es el golfista del pueblo

Mención aparte merece Bryson DeChambeau, que desde el US Open de Pinehurst es oficialmente el golfista del pueblo. Nadie despierta en el aficionado ahora mismo las pasiones que arrastra el que hace no mucho era hazmerreír. Su salida del green del 18 este viernes, tras tirar 68 impactos (-4 para -7), fue la de un torero tras cortar dos orejas en Las Ventas. Faltó que alguien le aupara a hombros.

Otro que como Rose esta vez fue un tanto al ralentí fue el número uno del mundo, Scottie Scheffler. Solo hubo cuatro pares en su vuelta, anomalía para el que pasa por ser el golfista más sólido del planeta, que equilibró la balanza con seis birdies y quedó en 71 golpes (-1 para -5). De lo que es hoy por hoy en este ecosistema, la cúspide de la pirámide alimenticia, habla el hecho de que a tres golpes de Rose seguramente nadie apostaría por otro favorito.

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