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La rodilla de Aspinall chafa la noche y el estelar del UFC Londres

Curtis Blaydes ganó a Tom Aspinall en el combate estelar del UFC Londres. El inglés se lesionó de gravedad la rodilla a los pocos segundos.

LONDON, ENGLAND - JULY 23:  Tom Aspinall of England gets injured in the first round of his Heavyweight bout against Curtis Blaydes of USA during UFC Fight Night at O2 Arena on July 23, 2022 in London, England. (Photo by Julian Finney/Getty Images)
Julian FinneyGetty

La terna Tom Aspinall, Paddy Pimblett y Molly McCann es sinónimo de éxito para la UFC. En marzo la compañía utilizó a los dos hombres y este sábado, en un nuevo UFC Londres, la de Liverpool se sumó. McCann ganó por KO y se quedó bebiendo cerveza para ver a su amigo Pimblett, quien también cumplió y lució. La guinda debía ponerla Aspinall, pero nadie salió feliz del O2 Arena. El inglés se lesionó de de gravedad en su rodilla derecha a los quince segundos del pleito y tuvo que abandonar el octágono en camilla con la pierna inmovilizada. Curtis Blaydes se llevó la victoria, pero un triunfo que no dice nada. El combate es como si no se hubiese dado... el estadounidense golpeaba las protecciones enfadado: “Quería ganar, porque sería un golpe sobre la mesa para mí. No sé que decir. Lo siento”, apuntaba Blaydes cabizbajo. Una auténtica pena que hace más daño después de que la historia se repita. Una lesión también truncó el estelar de hace siete días.

El combate comenzó vibrante. Los dos salieron a cruzar golpes con todo. Aspinall fue violento y Blaydes le clavó varias manos en el pecho. No se medían ni tampoco había estrategia de por medio. Tú por tú y el KO sobrevolando. Aspinall entró y lanzó su derecha potente y al pisar notó que algo se había roto en su rodilla. Se tiró al suelo y la pelea se paró a los 15 segundos. Los gestos de dolor del inglés eran notables. No pudo mover la pierna en ningún momento. La acción parecía un ‘low kick’ normal, pero algo se quebró y acabó con la fiesta que el público londinense tenía montada. La noche fue de contrastes. Hubo grandes puntos de éxtasis, pero el recuerdo será el de la gran decepción. Ojalá poder ver pronto a Aspinall en el octágono de nuevo.