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GOLF | MASTERS DE AUGUSTA

Jon Rahm enseña su raza de campeón en Augusta

Jon Rahm roza la tragedia pero acaba pasando el corte con una reacción soberbia. Olazábal se salva sobre la bocina y Sergio García se despide.

AugustaActualizado a
Jon Rahm enseña su raza de campeón en Augusta
Brian SnyderREUTERS

Con Augusta convertido de nuevo en una charcutería por el viento racheado (solo ocho de los 89 participantes jugaron bajo par), una cara B del vigente campeón, Jon Rahm, se vio abocada este viernes a un ejercicio de supervivencia. Sobrevolaba la maldición española, la que ha impedido pasar el corte al año siguiente a todos los campeones nacionales salvo Olazábal en 1995, y peligraba la racha de 17 superados de forma consecutivamente en los grandes por el vizcaíno, todos desde el PGA de 2019. Finalmente esquivó la primera y mantuvo la segunda con un tramo final digno de un golfista configurado para ganar.

El día se había torcido desde el 1, cuando la fuerte brisa, una bendición para los ‘patronos’ ante el sol abrasador de Georgia (EE UU) y una maldición para los golfistas, le ‘vaciló’ por primera vez. Andaba ya Rahmbo cuadrado para afrontar un putt de par comprometido cuando una mala racha le apartó de la bola. Lo embocaría, pero a partir de ahí la cosa devino en thriller: bogey al 3, bogey al 6, oportunidades de birdie malogradas en el 9 y el 10, bogey al 11 y el doble bogey que desató todas las alamas en el 14, con un tripateo desde dos metros y medio. El paciente no tenía pulso, o al menos eso parecía, porque de repente los picos volvieron al oxímetro con birdies consecutivos al 15 y 16, desde algo más de cuatro metros en el primero y con un purazo desde 15 en el segundo. La clase de reacción de un campeón, algo empañada por el bogey al 17, otro tripateo que no pasó a mayores. La chaqueta verde, eso sí, le queda este año prácticamente fuera de alcance con el +5 que luce de cara al sábado. Salvo remontada de ciencia ficción, no habrá reválida.

“Ha sido una lucha constante. No he estado cómodo en ningún momento. No me he dado muchas oportunidades, y lo último ha sido ya un esfuerzo desesperado por pasar el corte. Por suerte lo he conseguido. Simplemente he cometido demasiados errores cuando estaba en buena posición. Mañana tengo mucho trabajo por delante si quiero tener opciones el domingo”, analizó tras su vuelta Jon. “No me he dado cuenta de todo el tiempo que llevábamos hasta los últimos hoyos, porque ha bajado mucho la temperatura”, reflejó de una vuelta maratoniana, en el entorno de las seis horas.

Quien sí dijo adiós (no a la prensa, a la que no atendió tras firmar la tarjeta) fue Sergio García, que empezó a desatar con su bogey al 7 una ciclogenesis explosiva de desgracias. Jugó el tramo del 11 al 18 en +6 y concluyó con +7 en el total para su noveno corte fallado en 24 apariciones en el Masters, curiosamente el segundo en el que más veces le ha pasado y el único que ha ganado. Olazábal (+6) por su parte consiguió salvarse por los pelos, ayudado por el par de Rahm en el 18, un oportuno bogey de Wyndham Clark en el 17 y la debacle de Justin Thomas, con tres dobles bogeys del 15 al 18. No consiguieron llegar a la orilla opuesta del río en la escabechina (la media de golpes fue de 75.08, la más alta en una segunda jornada desde 2007, la cuarta vez en los últimos 30 años que pasa de 75) Jordan Spieth (+9), el vigente campeón del British Brian Harman (+8), Viktor Hovland (+8), Justin Rose (+7) o el citado Thomas (+8). Ni la rozó el campeón en 2020, Dustin Johnson, autor de un tétrico +13.

Un triunvirato de aúpa

El liderato en casa club lo comparten dos popes del PGA como Homa y Scheffler, y uno del LIV como DeChambeau, todos con -6 y dos golpes de renta sobre el danés Nicolaj Hojgaard (-4), sensacional en su bautismo en el Masters, solo su sexto grande en una incipiente carrera. El primero para otro nórdico, el sueco Aberg, el único jugador de la historia que ha jugado la Ryder antes de entrar en el círculo de los majors, que entregó la mejor tarjeta del día, un -3 para -2. El siguiente LIVer tras DeChambeau es Cam Smith con -1 (al par este viernes), así que todo apunta a que el ‘golfista científico’ será el único que defienda el fuerte de la superliga saudí el fin de semana. Está por ver si lo rinde o lo convierte en un Álamo.

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