Un sensacional Rahm guía a una Europa superlativa en la venganza
Espectacular exhibición en los foursomes de la jornada inaugural de la Ryder de Roma con cuatro rotundas victorias ante un EE UU inoperante y frágil.
Marco Simone de Roma. 06:30am. El responsable jefe de la seguridad del campo que organiza la 44ª edición de la Ryder Cup da la orden. Los operarios retiran las vallas y miles de enfervorizados aficionados, que esperaban religiosamente y ansiosos con la noche aún cerrada, emprendían la carrera para intentar coger el mejor sitio en el tee del 1 para ver la salida del primer partido, el que enfrentaba a Rahm-Hatton con Scheffler-Burns. Cánticos, nervios, ilusión y ganas de iniciar la revancha, esa que el ‘León de Barrika’ y sus compañeros del ‘Viejo Continente’ tienen en la cabeza tras la pesadilla de Wisconsin 2021 cuando EE UU aplastó a Europa por 19-9.
El día comenzó como un vendaval para ellos en los foursomes (golpe alternativo de cada jugador con la misma bola). Y el griterío empezó a ser ensordecedor con un chip prodigioso del noruego Hovland que junto al fenómeno sueco Aberg tomaban rápida ventaja en su duelo frente a Homa y Harman. Rahm también demostraba que estaba enchufado y pronto el color azul también lideraba en su partido. Lowry levantaba los brazo, gritaba, hacía aspavientos antes de su golpe inicial para alentar aún más a la grada. El rojo de los norteamericanos se hacía oscuro, Europa quería arrollar desde el inicio.
Rahm y su pareja de baile también ganaban el hoyo 5, dos arriba para ellos. El dúo nórdico pedía fuerza y sus dos agujeros de renta se quedaban en nada tras dos birdies consecutivos de Homa y Harman. Por su parte, Lowry y Straka tomaban ventaja en el partido 3. La Ryder, ese maravilloso viaje de subidas y bajadas, demostraba que la montaña rusa iba a ser continua en Roma. En la grada, deportistas de postín como Novak Djokovic o Carlos Sainz, no se perdían ni un instante de la emoción del evento bienal que es esencia del deporte mundial.
El dúo del frío tomaba impulso de nuevo y bordaba sendos birdies ara recuperar su ventaja. Tres partidos eran azul Europa, el otro mezclaba el blaugrana para un empate que nadie rompía. McIlroy y Fleetwood lo intentaban, pero la pareja Schauffele-Cantlay no daba su brazo a torcer. Mientras, Rahm seguía ejerciendo de jefe y estaba a punto de embocar un hoyo en 1 en el par 3 del 7.
El mago español quería sumar rápido ese psicológico primer punto... y embocaba un impresionante chip en el 10 para salvar un hoyo perdido desatando unos decibelios en la grada que se escucharon hasta en Barrika. Hatton le secundaba a la perfección. Y Lowry y Straka cogían carrerilla y gran ventaja dos partidos por detrás.
La mañana avanzaba y el azul del cielo era casi tan rotundo como el que poblaba el marcador de los foursomes. El 4-0 se oteaba en el horizonte, y se confirmaba (por primera vez en la historia para Europa) cerca del mediodía, y la cara de los jugadores estadounidenses se teñía del rojo que no se vislumbraba en el electrónico. Europa había salido a darlo todo, arriesgando en cada golpe, tirando a embocar desde casi cualquier lugar con ligeras opciones... y todo le ha salido bien. Rahm y Hatton vencían 4&3; Hovland y Aberg, 4&3; Lowry y Straka, 2&1; y McIlroy y Fleetwood, 2&1. Los 14,5 puntos que necesitan para arrebatar la copa a EE UU aún están muy lejos pero las sensaciones, unidas a un ambiente fantástico con decenas de miles de entregados fans estilo Eurovisión, eran fantásticas. “Es un inicio extremadamente importante”, decía Rahm. Esta tarde, turno para cuatro fourballs y los siguientes enfrentamientos: Hovland-Hatton vs Thomas-Spieth (12:25); Rahm-Hojgaard vs Scheffler-Koepka (12:40); Macintyre-Rose vs Homa-Clark (12:55); y McIlroy-Fitzpatrick vs Morikawa-Schauffele (13:10).