Tiger y Jordan en San Roque: 25 años de una Ryder Especial

Imaginen estar en un hoyo icónico como el 17 de Valderrama. Delante, Tiger Woods se dispone a tirar un putt que acabará en el agua. Si mira a un lado, puede observar a Michael Jordan siguiendo la escena. Una postal difícil de creer. Eso fue la Ryder Cup que acogió Valderrama en 1997. La primera disputada en Europa fuera de las Islas Británicas, una deuda histórica con la incuantificable aportación española al acerbo de una competición especial, de largo el acontecimiento más seguido del golf, que se saldó en gran medida por el empuje de Seve Ballesteros.

Este jueves Informe Plus+ rescata la memoria de una Ryder que trajo a la pedanía gaditana de San Roque a la jet set, desde los citados Jordan y Tiger a George Bush padre o el Rey emérito Juan Carlos. Las voces de jugadores y otras personalidades que presenciaron en primer plano una semana para la historia del deporte español. Valderrama, en poder entonces de Jaime Ortiz Patiño, apostó fuerte por recibir la cita en contra de la voluntad de Seve, a la sazón capitán europeo, que prefería llevar la copa a la más humilde zona de Chiclana, cuyo campo había diseñado él mismo.

No fue la única polémica que precedió al primer golpe y que inesperadamente ayudó a suscitar interés por lo que iba a ocurrir en el trazado andaluz. Seve decidió dejar fuera a Miguel Ángel Martín, que había quedado décimo en el ranking y se había ganado una plaza directa pero arrastraba una lesión en la muñeca. Fue un proceso feo, con fax y varias ruedas de prensa con acusaciones cruzadas de por medio. José María Olazábal y Nacho Garrido, los españoles que sí entraron entre los europeos, recuerdan la “tensión” que se mascaba a la llegada del equipo a Valderrama, cuando Martín participó del grupo antes de ser excluido definitivamente.

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Fueron días en los que Sotogrande parecía el centro del mundo, con yates de potentados atracados en la bahía de Algeciras y unas medidas de seguridad sin precedentes. La cena de gala dejó varias perlas. Un contingente estadounidense que prefirió pizzas y hamburguesas al lujoso menú preparado o Los del Río cantando La Macarena ante la tónita mirada de los yankees. Al día siguiente, en la ceremonia de inauguración, escenas cómicas porque el viento impedía oir los discursos y la gente se arrancó a hacer la ola. La Ryder de Valderrama mezcló el rigor organizativo con el espíritu de improvisación latino. De hecho la primera sesión arrancó tarde por una tormenta tremenda, que obligó a reclutar personal de otros campos para drenar todo el agua que anegaba calles, greenes y bunkers.

Con casi una hora de retraso comenzó el enfrentamiento. Dos equipazos. En el lado local Montgomerie, Clarke, Faldo, Woosnam, un jovencísimo Westwood, Langer, Olazábal... Enfrente el Tigre, Justin Leonard, Phil Mickelson, Fred Couples, Tom Lehman, Davis Love III... Seve había preparado Valderrama para anular la potencia estadounidense. Especialmente la de un Tiger que por entonces estaba a un mundo del resto en este aspecto. Eso fue un ingrediente de la victoria final europea.

Otro fue la entregada capitanía de un Seve que llegaba a abrumar a los suyos. “Me llamó un día a las tres y media de la mañana a la habitación, para que hiciéramos las parejas del primer día, y me dijo ‘trae el tabaco’. Allá que fui en albornoz”, cuenta divertido Jiménez. “A Montgomerie en un golpe le empezó a decir que si hiciera esto, que lo otro. Al final Collin le soltó: ‘Seve, ¿pegas tú o pego yo?, apostilla Chema.

El toque final lo pusieron algunos momentos mágicos de una semana llena de golpazos, porque Valderrama, un recorrido que premia la astucia por encima de la fuerza, los exige. El golpe desde el bunker del 17 de Nacho Garrido,la victoria de Constantino Rocca sobre Tiger Woods (”yo estoy muy tranquilo Seve, el que está nervioso eres tú”, cuenta el simpático italiano que le espetó al cántabro en un momento del partido) en unos individuales en los que Estados Unidos amenazaba con remontada... Valderrama fue tan intenso, incluso para los que no pudieron estar allí, que sigue muy vigente 25 años después.