Rahm: “Con lo duro que fue hace dos años... ha sido una pasada”
El español, después de ganar la segunda Ryder Cup de su vida, habla con los medios españoles en Roma. “Esta noche, o no me acordaré de lo que ha pasado o me iré pronto a la cama”.
La tercera Ryder Cup que disputó Jon Rahm (Barrika, 28 años) fue la de su confirmación como santo y seña del equipo europeo en el torneo bienial. El español terminó la cita de Marco Simone como uno de los únicos tres golfistas invictos (junto con Hatton y MacIntyre) con tres puntos cosechados de cuatro disputados: dos victorias y otro par de empates. Para la historia dejó golpes durante los tres días, especialmente en unos hoyos finales en los que pudo lograr remontadas antológicas. Tras conquistar la segunda Ryder de su carrera en tres participaciones, Rahm charló con los medios de comunicación españoles presentes en Roma, AS entre ellos.
Pregunta: Imagino que esta es una victoria muy especial.
Respuesta: Sí, la verdad que es increíble. Incluso con lo que algunos hemos logrado, estas victorias son tan diferentes. El poder celebrarlo como equipo es algo inigualable. Por ahora, no sé qué decir. Qué pasada de día, con lo duro que fue hace dos años, perdiendo como perdimos. Hemos venido a aquí con jugadores nuevos, y ha sido una Ryder diferente para mí, en la que se me veía como líder. Salir a jugar como he jugado y hacer lo que hemos hecho es increíble.
Se marcha sin ninguna derrota y con otra Ryder en su palmarés. Estará orgulloso.
Sí, superorgulloso. El primer día fue increíble, esa pareja con Tyrrell (Hatton) ha sido obviamente muy, muy buena. Hemos jugado muy bien los dos y lo hemos disfrutado. El día con Nicolai también, qué manera de salvar el medio punto que salvamos. Y luego la lucha de hoy ha sido increíble. La verdad que, una vez piensas en lo que ha sido, el sentimiento de humildad es increíble. Lo que doce jugadores y seis capitanes y vicecapitanes pueden hacer juntos es increíble. Ojalá podamos seguir haciéndolo en el futuro, ya veremos, pero hoy de momento va a ser disfrutar del día.
¿Qué le ha dicho a Scheffler al final del partido?
Le he comentado que sentía un poco cómo ha sido el público con él hoy, no sabía que se le vio llorando en la tele. Le he dicho que no se sienta mal por llorar. Lo hizo Rory en 2021, y lo hacemos muchos. Incluso yo mismo al principio de la semana viendo vídeos que nos habían mandado, porque esto nos importa mucho. Jugamos por más que por nosotros mismos, y el hecho de que llorase quiere decir que le importa. Y es algo bonito, es lo que hace la Ryder y lo que hace este grandísimo deporte. Nos hemos dicho lo que disfrutamos, las batallas que hemos tenido. Hemos empatado, pero me imagino que habrá sido un día muy bonito para el público viendo el partido. Los segundos nueve hoyos han sido muy bonitos para ver, para jugar no porque ha sido estresante, pero me imagino que para ver sí.
Quería revancha. ¿Ganar de cinco puntos le parece suficiente o quería más?
Con ganar vale. Ojalá hubiésemos ganado los cuatro puntos al principio y se acababa el tema, pero al final ha sido emocionante. Yo creo que los dioses del golf querían que hubiese algo de emoción. Seve mismo querría algo de emoción. Y, aunque parece que cinco puntos de diferencia no son muchos... Ganar es ganar, así que muy contento.
Cuando gana el medio punto, ¿era consciente de que había mucho rojo en el marcador?
Sí, claro, todos sabemos cómo estaba el tema, lo que estaba pasando y lo que podía pasar. Cada punto vale. Yo me seguía acordando de la Ryder de París, en la que Rory fue primero, llegó empatado al 18 y lo perdió. Olesen y yo acabamos ganando y teníamos un poco más de azul. Hoy era un poco diferente, yo era consciente de lo importante que ese medio punto iba a ser. No sólo para mí mismo, obviamente, pero también para el ánimo del resto del equipo y del público. Cuando el público anima como lo ha hecho cuando hemos empatado el partido, eso lo oyen, saben qué ha pasado y digamos que es una ola de positividad para ello.
¿Cuántas veces ha pasado Seve por su cabeza hoy?
Muchísimas, pero toda la semana. Sobre todo teniendo a José María (Olazábal) al lado. Muchísimas. Y, sobre todo, al final. Cada vez que las cosas se quedan apretadas es un poco el espíritu que mueve a este equipo, nunca rendirse, agarrarse como sea posible e intentar salvar todos los puntos que se puedan. Gracias a Dios, no sólo yo mismo, sino todo el equipo, lo hemos hecho perfecto.
Lo de salir primero, ¿es decisión suya? ¿Le hubiera gustado salir más atrás?
Me lo dicen. A ver, sería increíble ganar en el hoyo 15 y que fuese el punto para ganar, pero todos contribuimos de alguna manera. Es un honor que quieran que seas el primero. Te da la oportunidad de liderar el equipo y te ponen en esa posición porque tienen confianza de que vas a ganar ese punto. No lo he ganado entero, pero he hecho suficiente.
El público ha estado brutal toda la semana.
Increíble. Obviamente, siempre va a haber algunos momentos del público contra los jugadores americanos, igual que nos pasa a nosotros cuando vamos allí. Estás en territorio enemigo al final. Pero, por norma general, el público ha sido increíble. Es tan divertido jugar para ellos, ante ellos, y darles la victoria.
Ha dejado a Scheffler como el único número uno de la historia que no gana un partido en una Ryder.
Gracias a Dios que lo he hecho dos veces en el 18. Esas cosas no las sabemos cuando estamos jugando, no tenemos ni idea. Y no es que sea yo solo, hay otros que han formado parte de ello. No voy a pensar mucho en lo que le hemos hecho a él, simplemente en lo que hemos conseguido. Una pena que no haya conseguido jugar mejor, pero en la última Ryder sí que acabó ganando varios puntos, y uno de ellos contra mí.
Lo siguiente para usted es el Open de España en Madrid.
Lo próximo es celebrar, y ya os veré en España.
¿Será larga la celebración?
No sé, estoy tan cansado que no sé si llegaré muy tarde. Seré de los primeros en irse a la cama, eso como siempre. De cara a fiesta y eso, el estereotipo español yo no lo llevo adelante. Ahí fallo. A mis amigos de Bilbao les encanta estar hasta las siete de la mañana, y yo soy más de irme a la cama y despertarme a las siete de la mañana. Aguantaré todo lo posible, y o no me acordaré de lo que ha pasado o me iré a la cama pronto.