La nueva estrella del golf que aplasta a campeones de majors
Linn Grant, que tardó en dar el salto a Estados Unidos por su negativa a vacunarse, está llamada a dominar el golf femenino. Habla con AS sobre sus éxitos recientes.
El camino a la élite de Linn Grant (Helsingborg, 24 años) no ha sido del todo convencional, al menos el más habitual en estos tiempos. La sueca es ya una estrella del golf internacional, así lo confirmó en la Solheim Cup con un brillante rendimiento, aunque todavía tiene pendiente hacer grandes cosas en Estados Unidos. Hasta hace bien poco no ha tenido la oportunidad porque, como Novak Djokovic, su negativa a vacunarse le impidió competir allí. Superado ese tramo bacheado, en el cual aprovechó para reinar en Europa, Grant es una de las jugadoras muy a tener en cuenta para la próxima década.
Este pasado mes de febrero, Linn llevó a cabo un preguntas y respuestas en su cuenta de Instagram, donde resolvió las dudas de sus fans. Le preguntaron acerca de sus tres metas para el año, y no dudó: “Ser top-5 mundial, ganar un major y jugar y ganar la Solheim Cup”. Sólo pudo lograr la última de ellas, aunque bien es cierto que las dos primeras estuvieron muy condicionadas por no poder pisar suelo norteamericano. Cuando AS le recuerda a la sueca esta respuesta que dio, Linn no puede evitar reírse. “Ya no me quedan majors este año, ojalá pueda ganar uno el año que viene. Claro que me gustaría ir subiendo en el ranking y llegar al top-5, pero lo que quiero es un major”, cuenta.
El PGA Championship de este año fue el primer major que Grant pudo jugar en Estados Unidos desde 2020 y, hasta la fecha, el octavo puesto en el Evian Championship es su mejor registro en grandes (ha superado ocho de los nueve cortes en los que ha estado). En la actualidad, Grant es número 15 del ranking mundial femenino, no muy lejos del top-5 al que aspira. Pero es que no es descabellado pensar que puede convertirse en número uno, como ya lo fue su referente y compatriota Annika Sörenstam. “Por qué no. Sería un honor, claro, pero quiero ir paso a paso. Si lo consigo es porque habré hecho bien las cosas”, explica Grant con modestia.
Sí que le fue concedido el tercer deseo. Grant fue fundamental para Europa en la Solheim Cup de Finca Cortesín (Casares, Málaga), donde ganó tres puntos de los cinco que disputó. “Fue muy divertido, me encantó estar en España porque vino mucha gente a vernos. Ganar la Solheim es algo gigante. Ha sido un honor ser parte de este equipo, poder estar aquí y jugar bien. Ha sido algo muy grande”, relata con felicidad a AS. En aquel torneo, además, su dupla con Carlota Ciganda en los fourballs funcionó a las mil maravillas. “Me divertí mucho jugando con Carlota, es bueno que ella sea agresiva. Nos alimentamos la una a la otra. Toda la semana fue increíble”.
Lo del golf le viene de familia a Linn, pues su padre, John, jugó en el circuito sueco, y su abuelo, James, nacido en Escocia, emigró a Suecia y fue jugador profesional. Murió cuando su nieta sólo tenía seis años, pero eso no frenó el deseo de una niña que soñaba con vivir del golf. “Mi familia lo es todo. Desde que era pequeña han viajado conmigo a torneos y me han apoyado. Siguen viniendo conmigo. Se han dejado mucho tiempo y dinero en mí y en lo que quería hacer”, explica. En su país destacó bien pronto, y aquello llamó la atención de las mejores universidades estadounidenses. Acabó recalando en Arizona State, la misma en la que estuvo Jon Rahm unos años antes. “Es un espejo en el que mirarme, está haciendo cosas increíbles”, dice Grant sobre el español.
El salto al profesionalismo lo dio en agosto de 2021, cuando era la cuarta del ranking amateur, y los éxitos llegaron de inmediato. Un par de segundos puestos en el Ladies European Tour y, en octubre, victoria en el Terre Blanche Ladies Open. A finales de ese año consiguió la tarjeta del LPGA, aunque poco pudo jugar allí por las restricciones de viaje que tenían los no vacunados. “La gente ha hablado mucho de ello, aunque no saben el motivo. No fue fácil, pero quise sacar lo positivo de la situación”, justifica la sueca. Lo positivo, tal y como ella dice, es que pudo seguir jugando en Europa, donde arrasó en el circuito continental. Ganó la Orden de Mérito de 2022 gracias a cuatro triunfos en aquel año. Y destacó uno de ellos.
En junio del año pasado, Linn Grant se convirtió en la primera mujer de la historia en ganar un torneo del DP World Tour, el antiguo European Tour masculino. Fue el Volvo Car Scandinavian Mixed, un innovador torneo, cosancionado por el DP y el LET, en el que compiten hombres y mujeres, cada uno saliendo desde el tee que le toca. La sueca arrancó la vuelta final con dos golpes de ventaja, pero tuvo un domingo que ya es historia del golf: última ronda de ocho bajo par, 64 golpes, para un total de -24. Ganó el evento con nueve golpes de ventaja sobre el segundo, el también sueco y ganador de un major Henrik Stenson, y aventajó en 14 impactos a la segunda mejor mujer. “Fue increíble, de las veces que mejor he jugado. Es un honor haber podido ganar algo así”, recuerda.
Las aguas se han calmado esta temporada para Linn, que ya puede jugar nuevamente en Estados Unidos. En julio logró su primer triunfo en el LPGA al conquistar el Dana Open, y ya va escalando puestos en el ranking mundial, algo que tenía complicado en Europa a pesar de su claro dominio por entregar menos puntos. “Todavía me siento una novata en el circuito, pero eso no tiene necesidad de ser algo malo”, dice. La Solheim fue únicamente la confirmación del increíble talento que atesora una de las más grandes perlas del golf femenino mundial.
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