Ignacio Guerras: “Madrid podría admitir cinco o seis campos de golf más”

Ignacio Guerras lleva casi 20 años al frente de la Federación de Golf de Madrid, que estos días celebra su torneo de profesionales anual, el Campeonato de Madrid PGAe. Una buena ocasión para esta entrevista que sirve para tomar el pulso a la situación del golf en la federación madrileña, la que aporta, con diferencia, más federados a nivel estatal…

-¿Qué tal su verano?

-En principio, golf y más golf, como cualquier aficionado a este deporte (risas).

-Se está celebrando el Campeonato de Madrid PGAe… ¿Son días especiales?

-Seguro. A nivel autonómico es el mayor que se celebra, y este año también forma parte del Spain Golf Tour 50 Aniversario PGA de España. La bolsa de 40.000 euros no es nada despreciable, y creo que es algo que los profesionales agradecen mucho.

-¿Qué fotografía hace del momento del golf en Madrid?

-Está en auge. Desde que pasó la pandemia no para de crecer. Hay overbooking en los campos. La Federación de Madrid ronda las 90.000 licencias y eso supone un tercio del total de España.

-¿Tanto concentra Madrid?

-Para que se haga una idea, la segunda autonomía es Andalucía con cerca de 47.000 licencias y la tercera Cataluña, con 28.000.

-¿Se puede conseguir también que Madrid sea un destino turístico para el golf?

-Es una idea que perseguimos desde hace tiempo, pero no tenemos sol y playa como tiene Levante, Canarias, Andalucía o Murcia. La gente no va a venir una semana aquí sólo para jugar al golf, pero sí podemos ser epicentro de este deporte, pues Madrid celebra una o dos Ferias semanales en IFEMA y es ahí donde hay que captar a los jugadores. Madrid tiene museos, teatros, una gastronomía espectacular, buena oferta de ocio. Esos son nuestros valores e intentamos que a ello la gente pueda sumar un buen día de golf.

-¿El golf ha salido fortalecido o debilitado con la pandemia?

-Para mí es uno de los deportes donde la pandemia ha impactado menos. También porque se hicieron unos protocolos de actuación para poder jugar muy rápido. En eso, nosotros tuvimos mucho que ver. Por otro lado, es evidente que es un deporte que se practica al aire libre y en el que es fácil mantener la distancia social.

-Son casi 20 años suyos al frente de la Federación. ¿Qué le queda por hacer?

-Siempre quedan cosas. Hay que seguir siendo referentes. Hay que seguir manteniendo la confianza de nuestros federados, y eso se consigue terminando el año habiendo organizado más de 300 competiciones. ¡Créame, es muchísimo! Desde torneos profesionales, de pequeños, femenino, senior, super senior… Y tenemos jugadores y jugadoras que son referentes a nivel mundial.

-¿Salen promesas?

-El equipo español femenino que ha ganado la Toyota Cup, que es el Campeonato del Mundo Sub-18, está compuesto íntegramente por madrileñas. Son Cayetana Fernández, Andrea Revuelta y Paula Martín. Jorge Hao, campeón de Europa Sub-16, tiene un futuro enorme… En todos los equipos españoles hay representación madrileña. Y hay que aprovechar este momento porque son rachas.

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-¿Están consiguiendo también acercar el deporte a la gente?

-Pienso que sí. Hemos frenado la caída de licencias, que es otro de los problemas en cualquier federación. En 2021 hicimos 12.000 licencias nuevas y tuvimos unas 4.000 bajas. Y en 2022 hubo 3.500 bajas que hemos cubierto transcurrido el mes de abril, así que lo que entre hasta final de año, serán números positivos. Y sólo en mayo hubo 960 altas…

-Lo principal es que haya campos para jugar… ¿Hay pocos campos públicos en Madrid?

-No es que no seamos capaces de crecer en campos, es que incluso disminuyen a pesar de la alta demanda. Pasó con el Jardín de Aranjuez o con la cancha del Canal de Isabel II… Por otro lado, Madrid tiene siete campos urbanos, y eso no lo tiene París, Londres o ninguna otra capital con tradición golfística. La suerte que tenemos, además, es que aquí las distancias son cortas y alrededor tenemos muchos campos satélites que se consideran casi de Madrid.

-¿Y eso de tender al modelo británico o de EE UU donde hay tanto campo público es imposible?

-Es algo idílico, el sueño de todos, pero… Mire, en España hay sitios donde se intenta. Pero es más en la zona Norte. En Asturias, Galicia, Cantabria… Son campos tipo ingleses que pueden dar un buen servicio sin necesitar mucho riego o siembra. Con mantener los greens casi es suficiente. Pero en esta zona de Madrid es inviable. El máximo exponente de campo público es Saint Andrews, un pueblo que tiene siete campos de golf y los siete son públicos. Es un sueño, claro, pero para eso me temo que aquí ya no estamos a tiempo…

-¿Cuántos más campos caben en Madrid?

-Podría admitir cinco o seis más tranquilamente, especialmente en la zona Sur. En Alcorcón, Fuenlabrada o Getafe hay población suficiente para llenar un par de campos. El golf en Madrid está concentrado en la zona Norte.

-¿Podrá tener la Federación un campo propio?

-Nosotros ya tenemos unas grandes instalaciones en el Centro de Tecnificación, eso hay que decirlo. Lo de un campo propio también sus problemas políticos. Aquí ya existe el Centro Nacional, y hay voces que indican que se podría generar una cierta competencia desleal…

-¿Cómo es la convivencia con la RFEG?

-Tenemos una relación muy fluida. Yo mismo pertenezco a la Junta de la Federación Española, estoy en el Consejo de Administración del Centro Nacional y estoy metido en la Comisión de Auditoría y Control. La relación es muy buena, pero al convivir en el mismo territorio también es lógico que surja alguna fricción. Con todo, la relación es extraordinaria y de colaboración total.

-¿Cómo está siendo la experiencia de introducir el golf en los colegios?

-Es una siembra a largo plazo. Hay que eliminar el cliché de que esto es un deporte de élite. Estamos colaborando con 150 colegios de la Comunidad y han pasado ya por un campo de golf unos 35.000 alumnos. Esto, sin duda, crea afición.

-¿Es el gran objetivo?

-Bajo mi punto de vista, para fidelizar a los jugadores en las federaciones de golf luchamos contra tres grandes problemas. La curva de aprendizaje es muy larga, y hay gente que abandona antes. El tiempo que hay que dedicar a jugar. Y en tercer lugar, las instalaciones. Y esos son los tres frentes que estamos atacando.

-¿El golf es rentable a nivel federativo? ¿Cómo se financia?

-A ver, somos una federación potente desde el punto de vista económico, porque tenemos un núcleo de licencias importantes. Tenemos nuestro Centro de Tecnificación, nuestra Escuela y un campito de nueve hoyos donde juegan una media de 3.600 alumnos al trimestre. Empleamos a cerca de 50 trabajadores. Manejamos un presupuesto aproximado de seis millones de euros al año. No nos podemos quejar.