Alejandro del Rey: “Mi sueño es ganar majors”
El español, que se estrenará esta semana en el US Open en un major, charla con AS antes de la cita sobre su carrera y sus aspiraciones de futuro.
Alejandro del Rey (Madrid, 25 años) será el 77º golfista español en entrar en el círculo de los majors. El madrileño jugará desde el jueves en Los Angeles Country Club el US Open, para el que se ganó una plaza en la previa de Walton Head (Inglaterra), junto a Jon Rahm, Sergio García, Pablo Larrazábal y David Puig, otro debutante en los grandes. Comparado con Rahm en sus inicios, por precoz y porque también se curtió en la universidad de Arizona State, ha tomado un camino distinto para entrar en la élite que va arrojando resultados.
Pregunta: Va a jugar el US Open, su primer major.
Respuesta: Muy contento, porque al final una de las metas es jugar majors. Estaba complicado y lo he conseguido rápido.
¿Cómo vivió la previa, con 36 hoyos en un día y esa tensa espera para saber si se había clasificado?
Un palizón. Teníamos el primer tee time, a las 6:40 de la mañana. A las 4:30 estaba en pie. Intentas ahorrar un poco de energía los primeros 18, jugarlos más tranquilo. Sacamos buena vuelta y después fue comer corriendo, volver a calentar y salir a tope en la segunda.
Primer año con tarjeta completa del DP World Tour y ha fallado tres cortes, tiene un tercer puesto, un top-20... ¿Contento?
He jugado bastante sólido. Me ha faltado algún resultado mejor cuando he jugado bien, pero sobre todo internamente me encuentro bien. Es un paso más en mi carrera.
Le está pegando muy largo a la bola (303 metros de media desde el tee, el segundo del circuito en ese apartado). ¿Con qué parte del juego se siente más cómodo y en cuál hace falta mejorar?
Desde el tee está siendo un arma de doble filo. Voy muy largo y cuando la pego bien es el aspecto en el que más golpes gano, pero cuando estoy mal es donde más sufro. Me cuesta mantener la bola en juego cuando estoy descoordinado. En cualquier caso es donde más ha estado la mejora en los últimos años. Hay semanas que me da algún dolor de cabeza pero en general es en lo que más destaco respecto al resto.
A propósito de eso, ¿qué opina del cambio de bola que se está planteando?
No sé cómo afectará exactamente si se llega a hacer. Por un lado creo que al final los más beneficiados vamos a ser los que vamos más largo. Yo, por ejemplo, puedo pasar de pegar un hierro 9 a un 7, pero el que estaba pegando el 5 igual empieza a pegar maderas a green. No le encuentro el sentido por ahora. Creo que el cambio está en otros aspectos. Cuando las calles están duras es complicado cogerlas pero los campos se juegan mucho más cortos. Se vio en el PGA, que gente que no va muy largo empezó a pegar drives de más de 300 metros por el bote. Otra cosa sería que la nueva bola salga con mucho más spin (efecto), pero en ese caso imagino que los fabricantes de material empezarán a sacar varillas y cabezas para contrarrestarlo.
Una de las críticas principales es que se perdería esa uniformidad con el golf amateur, en el que se puede jugar con el mismo material que los profesionales.
Empresas como Titleist, que son muy potentes en bola, se quejan y con razón. Vas a fabricar una bola que no puedes vender al público, porque no la va a querer a menos que les obliguen a utilizarla. A nivel de márketing no tiene ningún sentido.
Volviendo al US Open, ¿cambia algo su preparación? ¿Tiene algún objetivo concreto?
No creo que cambie mucho. Lo único es que tengo una semana menos de descanso, porque a Suecia no iba a ir la semana de antes, pero después tendré seis seguidas compitiendo en vez de cinco. Sé que voy a estar cansado al final, pero es antes del verano y después tendré vacaciones. Lo veo como una oportunidad para sacar todos los puntos posibles. Me gustaría entrar al NedBank, que juegan los 70 mejores de la Race to Dubai, y a partir de ahí luchar todo lo posible para jugar la final del circuito. Es difícil, porque con mi tarjeta no entro en Rolex Series (los torneos ‘pata negra’ de Europa), pero lo que necesito es un par de semanas buenas donde juegue.
Tema candente. El LIV. ¿Le han contactado alguna vez?
No. En la época en la que surge estaba en el Challenge, no tenía buen ranking. Llevaba ya dos años de profesional y mi etapa amateur estaba un poco olvidada.
¿Qué opina de su irrupción en el panorama golfístico y de la reacción de los circuitos? (Cuando se realizó la entrevista aún no se había anunciado el acuerdo entre PGA, DP World Tour y LIV)
Está bien que existan otros circuitos. Yo he estudiado en Estados Unidos y creo que el monopolio no es bueno en ninguna situación, porque el que monopoliza nunca va a ofrecer todo lo que podría, va a tender a ahorrarse lo que pueda. Hasta ahora nos estaban ‘capando’ un poco y con esto se ha visto un incremento muy grande de dinero en los circuitos. No sé si llegará a ser bueno o malo para el golf. Es un deporte sometido a mucha presión ahora mismo, está todo muy frágil y da un poco de miedo que quiebre. En ese sentido creo que el European Tour (ahora DP World Tour por motivos comerciales) ha salido perjudicado de la situación, me habría gustado que se aprovechara mejor esto para mejorar sin vendernos tanto. Me da un poco de miedo el futuro del circuito, porque con las diez tarjetas anuales para el PGA va a perder a sus mejores jugadores. Es un golpe muy duro para nosotros como producto. No sé cómo le explicas a un patrocinador eso. Para el golf en general el LIV es bueno, pero para el European Tour no lo sé. Hay que ponerse en la piel del que toma las decisiones y a posteriori es fácil hablar.
En esta disputa sería más un Rahm, diplomático, que un McIlroy, beligerante.
Así es. No me gustan las peleas entre circuitos. Es un poco lo que ha pasado en el pádel con el WPT y el Premier. Ahora empiezan a recular y a hablar. Me gustaría que pasase eso en el golf, porque me da pena ver a Sergio García o Stenson sin opción de jugar la Ryder. Sobre todo por Sergio, que creo que todavía le quedaba alguna más. Si se pudiese hacer todo con más diplomacia sería estupendo, pero no parece que vaya a ocurrir.
¿Siente que el PGA Tour también ha cedido demasiado con sus torneos sin corte?
No sé ni qué pensar de eso, porque el haberle echado tanto encima al LIV sobre su formato, y luego recrear algo parecido... Me ha resultado muy extraño, tiene poco sentido criticar tanto y luego adoptar algo tan similar. Me pilló por sorpresa, no me lo esperaba. Por un lado no me gusta, porque es un poco el estilo de lo que pasa en Europa con las Rolex Series, pero exagerado. No hay corte, sabes que vas a puntuar seguro... Los que entren a esos torneos va a ser imposible que pierdan la tarjeta.
Y en las previas de majors ahora se puede encontrar con jugadores del LIV. ¿Se siente perjudicado por ello?
No me veo perjudicado, al final es otro jugador más en el evento y él tendrá que hacer su resultado para ganarme. Salimos de cero. No me veo tan perjudicado, pero sí que es verdad que ellos puede que sí, que siguen jugando al nivel para entrar a majors y que no tienen opción por no recibir puntos del ranking mundial. No sé cuánta fiabilidad le daría al ranking mundial ahora mismo, me imagino que habrá que hacer cambios en algún momento. Otra vez en Europa hemos salido perjudicados, se nos han quitado muchos puntos y nuestros jugadores, si es que entran, lo hacen de milagro en los majors. Y es gente que juega muy bien y se les está dando poco mérito por los puntos que se les dan. Seguro que a Sergio no le ha encantado tener que ir a una previa, pero también es parte de la decisión que tomó en su momento, sabía a lo que se apuntaba. No sé si rectificarán el darles algún punto, el tiempo dirá.
En Singapur estuvo en el partido estelar. ¿Esa experiencia le hizo salir reforzado? ¿Ve la primera victoria más cerca?
Yo soy de los que cree que en esas situaciones se aprende mucho. No sentí que estaba fuera de lugar ni estuve incómodo. Para ganar un torneo no solo necesitas hacer las cosas bien, también hay momentos puntuales de suerte o de que al de al lado no le salga el día. En Singapur, por detrás vino un tío y se hizo -9, se lo ganó. Yo podría haber jugado mejor, creo que sí, pero el otro también tiene su mérito. Salgo reforzado en el aspecto de haberme visto en la situación, sentí que merecía estar allí y estaba a gusto. Tengo la confianza suficiente para llegar un domingo y llevármelo.
¿Cómo está siendo la relación con el resto de españoles, algunos de ellos ya veteranos, en el circuito?
Yo venía ya con la relación hecha. Conocía a Santi Tarrío de hace bastante, nos conocíamos mucho y en el Challenge coincidimos. Viajamos juntos todas las semanas, echamos todas las partidas que podemos, y es con el que más piña hago. Pero tengo buena relación con todos. Siempre me he considerado alguien fácil, no creo que haya muchos problemas. De vez en cuando pido consejo a alguno y me echan una mano, yo lo mismo si me lo piden a mí. Por lo general, hay buena relación en el circuito. Al final, todos venimos del mismo sitio y queremos mejorar. Luego ya durante la semana les intentas ganar, pero de lunes a miércoles si nos podemos echar una mano entre todos, es algo genial.
Se le ha comparado mucho con Rahm. ¿Por qué toma otro camino distinto al suyo tras acabar la universidad?
Es verdad que se nos ha comparado mucho por tener caminos parecidos. Una vez acabada la universidad, él ya había sido uno del mundo y tenía el récord de victorias en Arizona State, por lo que tuvo invitaciones del PGA Tour que le dieron la oportunidad de sacar la tarjeta, que al final lo hizo. Yo no tuve la opción, no sé si porque no daba el nivel o porque cuatro victorias no eran suficientes. También me pilló época COVID, el último semestre de universidad lo tuve que hacer desde casa porque dije que me volvía, no sabía lo que iba a pasar. Ya en Europa dije de empezar aquí. Es verdad que es bastante caro empezar en EE UU, entre apartamento, los campos de golf son privados, las previas... Tiene un coste muy alto, y yo al pasarme a profesional en época COVID las empresas iban con cautela. Se me cayeron un par de ofertas que tenía por ello. Vi que tenía varios problemas, no sabía cómo iba a empezar en EE UU. Empecé en Europa con la facilidad de quedarme en casa de mis padres, mucho más barato, e intentar crecer aquí. Había una parte de mí a la que le apetecía empezar en Europa, volver a campos que te demandan un poco más de todo tu juego. En América, en la universidad, me vi pegando mucho drive y mucho wedge. Aquí en Europa hay campos más estrechos, con más árboles, condiciones más extremas como la diferencia entre ir a Asia o Escocia. Eso te curte como jugador, y creo que es una parte en la que tenía que crecer para ser muy bueno. Creo que también por eso elijo este camino antes de intentar dar el salto a Estados Unidos.
¿Tiene esa ambición de acabar jugando en el PGA, de pelear por los grandes?
Sí la tengo, al final es el objetivo. Mi sueño es ganar majors, y para ello hay que estar en Estados Unidos. Hay torneos como el The Players que también me encantaría ganar, son torneos con un caché que me encantaría ganar y solo están allí. Por eso me encantaría jugar en Estados Unidos. Pero llega un momento en el que ves que estás en el European Tour, y ahora te dan la opción de sacar tarjeta aquí. Estoy muy contento en Europa, y si consigo sacar la tarjeta del PGA Tour por el top-10 europeo, para allá que iré.
¿A qué español del DP World Tour ve en mejor posición para ir a la Ryder?
Es muy complicado. Tienes a Campillo que está jugando muy buen, hace muchas semanas muy sólidas. Tienes a Larrazábal, que todos sabemos la garra que tiene, está ahí y sabes que lo más seguro es que lo lleve. Y luego tienes a Otaegui, que está jugando muy bien también, y el match play se le da muy bien. Ojalá cojan mínimo a un español más porque están haciendo de sobras. Esperemos que sea mínimo uno. El que vaya se lo habrá ganado por méritos. Ver el otro día a Adri y a Pablo luchar contra ellos me pareció brutal.
¿Usted tiene alguna Ryder marcada en la que diga que tiene que estar sí o sí?
No me he marcado ninguna en concreto, pero me encantaría jugar Ryder. Me haría muchísima más ilusión que jugar majors. A mí siempre me ha gustado el representar a algo mayor que uno mismo. Me ha gustado representar a España, al resto del mundo... Es lo máximo a lo que un golfista puede aspirar.