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GOLF | TOUR CHAMPIONSHIP

Acoso y derribo en Atlanta a un Scheffler humano

Varios perros de presa atosigan al tejano, que no consigue despegar en una tercera vuelta suspendida por tormenta que tendrá que completarse este domingo.

Acoso y derribo en Atlanta a un Scheffler humano
Kevin C. CoxAFP

Scottie Scheffler mostró su cara humana en la tercera jornada del Tour Championship, la gran final del PGA. En un día marcado por dos retrasos por amenaza de aparato eléctrico, el primero de una hora y el segundo ya definitivo, el que ha sido líder en el East Lake Golf Club de Atlanta (EE UU) en las dos primeras rondas tuvo una tarde mundana, que le tenía al par en el día y con -19 en total tras doce hoyos antes de la suspensión. Un resultado que deja la carrera por ‘El Gordo’ de los 18 millones de dólares muy abierta de cara a un domingo en el que habrá ración extra de golf, pues tocará concluir los hoyos que no se pudieron transitar este sábado por falta de liz.

El bloqueo del número uno del mundo permitió acercarse a rivales peligrosos como su compañero de partido, Xander Schauffele (-1 para -18), que ganó el torneo en 2017 y vive un nuevo capítulo en su cuento de hadas particular en East Lake. O el coreano Sungjae Im, una máquina de hacer birdies que por momentos entró en uno de sus productivos trances (-5 entre el quinto y el octavo, -4 para -16 total).

Rahm, en un día errático, entraba y salía del furgón de perseguidores que acosaba al número uno del mundo. El vizcaíno salió con bogey, hilo tres birdies del 2 al 6, se frenó con bogeys consecutivos al 7 y 8, recuperó pulso en el noveno con un birdie, volvió a perder comba en el 11, contrarrestó en el 12... una coctelera de emociones con episodio de frustración en el 11, cuando cerró demasiado su golpe de salida y pateó uno de sus hierros tras tirarlo al suelo. Con -1 para -14, pegaba un bocado de un impacto a la distancia con Scheffler, que queda en cinco de cara al desenlace.

Justin Thomas, otro que como Schauffele le tiene cogida la medida al torneo, iba para 64 golpes con un -6 para -14 tras 17 hoyos. Antes del bocinazo se había dejado un putt dado para birdie. Otro aliento más en el cogote de Scheffler. También tiene el de Rory McIlroy, campeón en 2016 y 2019, que tras 16 agujeros iba en -5 para -15. Y le quedaba la golosina del 18 en un East Lake que favoreció un festival de birdies. Muchos van al debe de un Scheffler que va a tener que suda la victoria tras salir con ventaja.