Emilio Martín y su próximo gran reto: su propia firma deportiva
El bicampeón del mundo onubense y también de Europa en duatlón participó recientemente en el torneo continental de Bilbao
El afán de superación de Emilio Martín (Huelva, 1982), bicampeón del mundo y también de Europa en duatlón, ha sido siempre el traje invisible de superhéroe para un tipo normal, amante de días normales, pero que ha hecho cosas extraordinarias en un deporte en el que atesora once medallas internacionales. El duatleta onubense cuenta con uno de los mejores palmarés de la historia mundial del duatlón y ahora se ha marcado como su gran reto plasmar ese espíritu en su nueva firma deportiva, uno de sus muchos proyectos tras una retirada de la élite con matices: “No estoy retirado, sólo que he puesto el deporte en un segundo plano”, aclara.
Martín, desde su humildad, indica que desconoce si es leyenda o no, pero resalta que sí sabe los logros que ha conseguido y lo que le “ha costado”. “Le doy el valor que tiene. He logrado mucho más de lo que pensaba conseguir”, admitió el deportista onubense, quien guarda en su casa dos oros, cuatro platas y un bronce en Mundiales y un oro, dos platas y un bronce en Campeonatos de Europa, a lo que hay que sumar diez títulos de campeón de España entre duatlón y duatlón cros, y un oro y una plata mundial en relevo mixto.
Durante casi una década estuvo sin bajarse del podio en cada cita. Hace diez años, un 23 de septiembre de 2012, gritaba al cielo de Nancy (Francia) para anunciar su llegada a un olimpo en el que pretendía ascender muchos escalafones. Y vaya si lo hizo. Emilio Martín cerraba en ese instante inmortalizado los ojos con fuerza y enseñaba los dientes en una boca que era toda victoriosa voz mientras alzaba arrugada en sus manos la cinta de meta, inmaculada hasta su irrupción.
Fue un momento mágico al que siguieron otros con sabor especial. El último no tuvo forma de medalla, puesto que acabó sexto hace una semana en el Europeo de Bilbao, lo que no impidió que sus compañeros y rivales, quizás sus mayores admiradores, lo auparan en sus hombros para rendirle honores. “El mayor homenaje me lo llevé de mis compañeros. Yo sólo les dije que se hicieran una foto conmigo, simplemente, y eso de que me subieran en hombros y me vitorearan y las muestras de respeto y admiración que me han demostrado, me hace ver que he sido parte importante de su vida como deportista”, destacó Martín.
El campeón onubense subrayó que se marcha de la élite del duatlón “con la sensación” de que cuenta con “el respeto y la admiración de muchos” de sus “compañeros y rivales, y de los aficionados también”, y añadió: “muchos me decían que no me retirara, que había Emilio para rato; la gente me tiene cariño y le gusta verme competir, pero es una decisión ue tenía que tomar”. En este sentido, aseguró que ahora tiene “ganas de vivir una nueva vida, porque esto me absorbe demasiado en todos los aspectos”, precisó, aunque seguirá dándose “caña” en los entrenamientos y compitiendo, como hará dentro de una semana en el Desafío Doñana, pero ya no será lo prioritario.
“Voy a crear una marca deportiva con mi socio de ropa personalizada para clubes. Va a ser mi principal actividad a corto plazo y está a punto de salir a la luz”, detalló Emilio Martín, que seguirá dirigiendo a otros deportistas y, sobre todo, quiere dedicar mucho tiempo a su familia, además de practicar otros deportes como el hyrox, una especie de crossfit combinado con carrera.
Echa la vista atrás y, pese a su humildad, es capaz de afirmar que ha logrado “algo que era muy difícil de conseguir”, por lo que está “muy satisfecho” y “ojalá esto sirva de motivación para chavales que vengan por detrás y lo puedan conseguir”.
El mejor sabor de boca, “sin ninguna duda”, se lo dejó el Mundial que ganó en 2012, el primero. “Llevaba un año y pico haciendo duatlón, sabía el nivel que podría tener, pero de ahí a ser campeón del mundo lo veía muy lejos. Para mí fue un punto de inflexión y sin ese resultado no hubiera conseguido todas las medallas que he conseguido”, recalcó Martín.
“La confianza que cogí en ese momento en mí mismo fue brutal y fue la llave para conseguir todo lo que conseguí luego”, dijo el onubense, quien apuntó, por el contrario, que su Mundial más “complicado” fue en Cali (Colombia).
Recordó que había fallecido su cuñado en mayo y él había puesto kilos, con lo que “fue duro por cómo estaba a nivel físico y, sobre todo, psicológico y emocional” tanto él como todo su entorno. A pesar de ello, se colgó la plata.
Emilio Martín también resaltó a Efe que no hubiera sido quien es, “fundamentalmente”, sin sus padres y sin su mujer y fisioterapeuta, Alba López, de la que afirmó que “siempre” le “ha hecho tener los pies en el suelo”.
“Yo soy así también, pero, por si acaso algún día se me despegaban, estaba ahí ella para bajarme rápidamente. Me ha hecho ver las cosas siempre con la perspectiva correcta”, aseveró.