El Labrit se queda pequeño para disfrutar de la txapela más especial de Salsamendi-Mendiburu
Victoria ante Aldai-Arrillaga por 22-16 en una dura final del Abierto de Navarra.


El Abierto de Navarra sigue marcando hitos en su todavía corta historia y hoy ha marcado otro punto de inflexión en una jornada muy especial. Del mismo modo, la pelota a mano femenina también sigue rompiendo tabúes y hoy ha vuelto a demostrar que es capaz de llenar frontones industriales como un Labrit que se ha quedado pequeño, incluso fuera de su habitual horario del sábado por la tarde. Desde primera hora de la mañana era patente que la final de esta quinta edición del torneo navarro había creado gran expectación y, con el aforo completo, al final han sido en torno a 500 las personas que no han podido disfrutar in situ de la txapela más especial de Laia Salsamendi y Ane Mendiburu, que se han impuesto a Aldai-Arrillaga por 22-16 en una dura final.
No siempre sucede, pero las cuatro pelotaris han respondido en la cancha a ese afán del público con un partido de más de 500 pelotazos en el que la ilusión de la pareja navarra ha hecho que las txapelas se quedaran en casa, superando a una dupla de mucho oficio que, sin embargo, hoy ha regalado en exceso para poder hacerse con el ansiado título. Unas txapelas que premian el magnífico trabajo de base que se viene realizando en Uharte, donde se han formado las dos nuevas campeonas, y que adquieren un significado especial en el caso de una Laia Salsamendi a la que ni siquiera dos graves lesiones en sus rodillas han apartado de su sueño de ser pelotari.
Y la delantera nacida en Otxagabia lo ha celebrado con un partidazo en el que ha refrendado esa exquisitez técnica y el dominio de todas las posturas para terminar el tanto que ya había mostrado con 14 años, justo antes de que el infortunio, en forma de lesiones, se cruzara en su camino. Acompañada por una Ane Mendiburu que seguro no posee una de las derechas más fuertes del cuadro, pero que da sentido a cada uno de sus pelotazos, Laia Salsamendi ha marcado el ritmo del partido y ha desconectado a unas Amaia Aldai y Miriam Arrillaga que nunca se han encontrado cómodas sobre la cancha.
Hasta el empate a cinco, la final ha comenzado muy peloteada y equilibrada, con los tantos cayendo a uno y otro lado, pero tras ese comienzo tan duro, la pareja navarra se ha hecho con el control del juego y el marcador, con un parcial de 9-1. Parecía que la mayor experiencia podría decantar la balanza hacia la vizcaína y la guipuzcoana, pero contrariamente a lo que se podía pensar, han sido las rojas las que han cometido más errores, lo que ha facilitado la labor de las más jóvenes, que han sabido evitar a Aldai y castigar a una Arrillaga a la que la final se le ha hecho larga.
Con todo, Aldai-Arrillaga no se han desmoronado y han conseguido acercarse a un solo tanto en el 15-16, gracias en gran parte a su enorme trabajo en defensa y el acierto de Aldai en ataque. Sin embargo, un fallo de la de Dima les ha privado del empate y ahí se les han ido sus opciones de título, ante unas rivales que han terminado mucho más enteras y han contado con el favor del público.
Zaloa Basabe, Concejal de Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona, Maitane Bueno, representante de Laboral Kutxa, y Xabier Martínez de Álava, presidente de Napike, han sido los encargados de repartir las txapelas a las finalistas, que han gozado de un festival de lo más animado.
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