El equipo europeo se carga de esperanza en Liverpool

Hace tan solo unos meses se respiraba preocupación en torno al estado de forma de varios golfistas europeos que, se presupone, deberán estar en la Ryder Cup de este año (del 29 de septiembre al 1 de octubre en Marco Simone Golf & Country Club de Roma, Italia). Un buen puñado de jugadores llamados a ser líderes del Viejo Continente encadenaba resultados discretos, y la nueva generación no terminaba de asentarse entre los mejores del planeta. Sin embargo, a medida que se acerca la cita italiana, la delegación continental se va cargando de esperanza a través de buenos resultados. El British Open de Royal Liverpool fue la última prueba de ello.

De los 32 primeros clasificados en Hoylake, 15 de ellos fueron representantes de países europeos. Cierto es que en el British Open hay más plazas para representantes del DP World Tour, pero los continentales aprovecharon la oportunidad. Jon Rahm (España), Sepp Straka (Austria), Rory McIlroy, Matthew Jordan y Tommy Fleetwod (Inglaterra) acabaron en el top-10 final, y otros como Viktor Hovland (Noruega) o Thomas Detry (Bélgica) estuvieron a punto de conseguirlo. La victoria, eso sí, fue para el estadounidense Brian Harman, aunque el país de las barras y las estrellas ‘solo’ tuvo tres representantes en los puestos nobles (Cameron Young, 8º, y Max Homa, 10º). Ni rastro de varias estrellas norteamericanas que sufrieron en el links inglés.

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El dato de cinco europeos en el top-10 es el mejor este año en majors: en Augusta hubo tres, mismo registro que en el US Open, mientras que en el PGA fueron cuatro. De cara a Marco Simone, Europa tiene valores seguros como Jon Rahm (triunfo en el Masters, segundo en el British y 10º en el US Open), Rory McIlroy (tres top-7 en grandes) y Viktor Hovland (siempre dentro del top-20), aunque la gran incógnita era la aparición de segundos espadas capaces de dar el do de pecho en Italia. No se sabe qué pasará con los miembros del LIV, entre los que hay grandes emblemas europeos de la Ryder como Sergio García, Lee Westwood o Ian Poulter. Y, en la necesidad imperiosa de savia fresca, hay brotes verdes.

El nombre de Sepp Straka ha irrumpido con fuerza en este 2023. El austriaco, segundo en Royal Liverpool, también fue séptimo en el PGA y conquistó el John Deere Classic. Acaricia la clasificación automática por puntos (tres se meten por puntos europeos y otros tres por los tantos mundiales) pero, si no lo consigue, a buen seguro será uno de los seis invitados por el capitán Luke Donald. Los ingleses Tommy Fleetwood, Tyrrell Hatton y Justin Rose han dado un paso adelante en los últimos meses, y otros de perfil más bajo, como el polaco Adrian Meronk, el francés Antoine Rozner o los hermanos daneses Hojgaard, pueden recibir la gran oportunidad en Marco Simone. La pena de este British Open es que ninguno de los otros tres españoles con opciones de estar en Italia (Pablo Larrazábal, Jorge Campillo y Adrián Otaegui) completó un gran torneo.

A pesar de estos motivos para la esperanza, el equipo estadounidense continúa siendo favorito para el duelo. Tres de los cuatro ganadores de majors este año son norteamericanos (Brooks Koepka, Wyndham Clark y Brian Harman), y la pelea por meterse en los seis primeros puestos de la clasificación del país, los cuales dan el billete automático a la Ryder, es feroz. Con su triunfo en Hoylake, Harman saltó de la 20ª posición a la tercera, acercándose y mucho a estar en su primer enfrentamiento EE UU vs. Europa. Schauffele, Homa, Cantlay, Spieth, Morikawa, Fowler, Thomas... todos intercambian posiciones semana tras semana en una tabla que domina, como no podía ser de otra manera, Scottie Scheffler. A dos meses del inicio de la Ryder Cup, la diferencia entre bandos se estrecha.