Bulgaria, un hueso para los RedLynxes en el estreno del Europeo

Desde aquel feliz 2007, tiempos de Rafa Pascual, en el que se proclamó campeona de Europa, la Selección española de voleibol busca su sitio en el organigrama europeo. Novenos en 2009, no clasificados entre 2011 y 2015, 16ª en 2017, 15ª en 2019 y 20ª en 2021. Desde este martes, cuando debutarán en una nueva edición ante Bulgaria (19:30 en LaLiga Plus, como el resto de encuentros), anfitriona del grupo B en la ciudad de Varna, tienen otra oportunidad de volver a meterse ente la aristocracia del Viejo Continente, aunque no será tarea fácil.

El equipo dirigido por Miguel Rivera, que se estrena como seleccionador en este evento, tendrá en los búlgaros un rival duro, por mucho que en los últimos tiempos tampoco haya encontrado su mejor versión. Fueron subcampeones en 1951 y bronce otras cuatro veces. Después vendrá un equipo de menor entidad como Croacia, a continuación otra roca como es una Eslovenia subcampeona en tres de las cuatro ediciones anteriores, y después otros dos rivales más asequibles como Finlandia y Ucrania.

La convocatoria es una mezcla de jugadores ya experimentados como Andrés Villena, Jorge Almansa, Borja Ruiz o Miki Fornès, y de jóvenes valores como Jordi Ramón o Adrián Olalla. En los últimos pasos de su preparación,los RedLynxes vencieron por partida doble a Suiza, acumulando buenas sensaciones de cara al debut.

En el resto de grupos, la gran ausencia es Rusia, 14 veces campeona continental, la última en 2017, vetada por la invasión de Ucrania. Un escenario que deja a Italia, siete oros, en el grupo A (Bolonia, Ancona y Perugia como sedes), como uno de los equipos a seguir junto a Serbia, tres títulos, que figura en el mismo; República Checa, mismos entorchados, que está en el C (se juega en Skopje); y Francia, ganadora en 2015, que es la candidata más clara a liderar el D (en Tel Aviv).