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ATLETISMO

La tecnología, al servicio de una marcha mejor y objetiva

La monitorización con sensores que presentó la RFEA ayuda a mejorar la técnica de los atletas y pretende acabar con la subjetividad de los jueces.

Madrid
Diego García Carrera prueba en el CAR de Madrid los sensores que lleva en las zapatillas y que implementa la Federación Española de Atletismo.
PEPE ANDRESDiarioAS

“No se explica que en 2023, casi 2024, con los niveles de desarrollo que tiene la tecnología, la marcha siga como estaba cuando se incluyó en los Juegos Olímpicos de 1908. ¡Es que tenemos el mismo sistema!”, exclama Diego García Carrera, modelo de la demostración del proyecto que presentaron ayer en el CAR de Madrid, el Consejo Superior de Deportes (CSD), la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) y Telefónica Tech. Un plan de codesarrollo para la utilización de IMUs (unidades de medición inercial) aplicados a la marcha atlética.

Víctor Francos, presidente del CSD, abrió el acto dando las gracias a la RFEA “por la inversión” que hacen en el deporte español y que puede revertir en la consecución de medallas. “Yo espero muchas, pero si no llegan, estaremos igual de orgullosos”, afirmó el dirigente. Elena Gil, directora global de Inteligencia Artificial y Big Data en Telefónica Tech, incidió en el efecto que puede tener la tecnología en los éxitos deportivos con “herramientas” que han utilizado con el equipo ciclista Movistar Team y la jugadora de bádminton Carolina Marín, entre otros. Y Raúl Chapado, presidente de la RFEA, habló de “sueño cumplido” al referirse al desarrollo del proyecto de IMUs, “una colaboración inteligente, público-privada entre el primer deporte olímpico y la primera empresa tecnológica”. “Esto supone una ventaja competitiva para atletas y entrenadores que hará más fácil su trabajo, aunque tendrán que seguir sufriendo para ser mejores que los demás. La idea es llevar la marca Deporte Español a la vanguardia”, añadió.

Los asistentes a la presentación: Rubén Granados, Elena Gil, Víctor Francos, Diego García Carrera y Raúl Chapado.
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Los asistentes a la presentación: Rubén Granados, Elena Gil, Víctor Francos, Diego García Carrera y Raúl Chapado. PEPE ANDRESDiarioAS

García Carrera, doble medallista europeo en 20 km, agradece esta tecnología de sensores que ayudan al atleta y a su entrenador a analizar la técnica con una información que se genera en tiempo real durante los entrenamientos y que puede recibir el marchador a través de su reloj o de unas gafas especiales mientras compite. Pero también puede evitar las eliminaciones arbitrarias por la subjetividad de los jueces en la competición. Aunque no se haría con este chip, sino con el de la Universidad Politécnica de Barcelona, asesorada por el medallista europeo, mundial y olímpico Valentí Massana, también con el apoyo de la RFEA. El caso es que España lidera la solución que puede salvar una especialidad criticada y puesta en entredicho.

Detalle de los sensores que llevó García Carrera en la prueba.
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Detalle de los sensores que llevó García Carrera en la prueba.MIGUELEZ TEAMDiarioAS

“Me parece la aplicación más importante. Tenemos un problema en la marcha, única disciplina del atletismo donde es relevante la subjetividad de un juez, porque como humano se puede equivocar. Lo vemos en deportes como la gimnasia, en los que ponen notas. En atletismo es sencillo, el que gana es el que llega primero a la meta. Aunque nosotros tenemos ese añadido de que unas personas deciden si marchamos correctamente o no y, al final, muchas veces son trascendentales sus opiniones, sobre todo cuando vamos a ritmos altos o nos jugamos las medallas”, argumenta el madrileño de 27 años, que explica los motivos que provocan la descalificación en la marcha. “Uno se ve muy fácilmente, si la pierna no está completamente estirada cuando entra en contacto con el suelo. El otro es que no se puede perder contacto a simple vista. Es decir, que cuando quitas un pie tienes que apoyar directamente el otro, pero ese elemento genera discrepancias, porque una persona puede ver mejor que otra. Uno puede considerar que es admisible una pérdida de contacto de dos milésimas y el otro, de cuatro. Son diferencias tan sumamente pequeñas, que prácticamente no se ven y generan situaciones injustas”.

Funcionamiento

Ese problema tiene una solución compleja desde el punto de vista de su estudio y desarrollo, pero sencilla y asequible en cuanto a su uso. Conectado a un dispositivo relativamente barato, como es un teléfono móvil o un reloj inteligente, se utiliza un pequeño sensor inercial portátil (llamado Xsens), con un peso de 11 gramos, que se aplica, de momento, a la marcha, al lanzamiento de disco y a los 110 mv, aunque está previsto ampliar su empleo en otras disciplinas. Tiene sensores que miden la aceleración lineal, la velocidad angular y la orientación angular en los ejes X, Y y Z. En la marcha, sirve para mejorar la técnica y evitar esas eliminaciones en carrera por falta de contacto con el suelo a la vista del ojo humano o pérdida de la verticalidad en la pisada. Los sensores se colocan en el empeine de la zapatilla y el atleta recibe señales auditivas (tono), visuales (luz), táctiles por vibración o visual alternativa con gafas de realidad aumentada.

El funcionamiento del proyecto IMUs.
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El funcionamiento del proyecto IMUs.

Con este material, aplicando unos algoritmos, se obtienen variables primarias, datos y valores por la monitorización precisa de velocidad, aceleración… La investigación y el análisis de esta tecnología duró dos años. Todo se almacena en la nube de internet y se puede mezclar con otras variables. Se ha creado una app para recoger toda la información en un reloj que extrae el rendimiento, el tiempo de ciclo, el tiempo de vuelo (los pies en el aire), etc.; avisar al atleta y enviar los datos a la nube.

Para calibrarla hay que empezar desde una posición de parada y caminar unos cuantos pasos. Para probar, García Carrera empezó a andar a 5 km/h y paso a marchar a 12. Luego alcanzó el ritmo de competición, 15 km/h. “Hala, ya está”, dijo el madrileño de 27 años, agotado después de unos segundos intensos. “Es que antes hay que calentar antes”, bromeó. Él lo usará en Madrid y otros lo harán en Barcelona, Granada y Murcia, los lugares en los que se entregarán sensores a unos 20 marchadores en una primera fase el año que viene. María Pérez, Marc Tur y Alberto Amezcua, entre otros, ya lo han probado.

Innovación necesaria

“A largo plazo, es una manera de presentar seriamente nuestro deporte ante los críticos que dudan de él por la subjetividad. Y evolucionar hacia una disciplina estandarizada y que, además, ofrezca un montón de datos para que, a través de la televisión, los aficionados vean qué es exactamente lo que está pasando”, concluye García Carrera. Implementar cambios en la Federación Internacional, de la que el máximo mandatario de la Española, Raúl Chapado, es vicepresidente, “no es fácil”, como apunta Juan Carlos Álvarez, responsable del Athletics Tech & Innovation LAB, pero… “Vamos a intentar impulsar que cuando World Athletics pueda certificar que el sistema es válido, cambie la reglamentación para que se pueda utilizar, porque creemos que es una innovación necesaria para el funcionamiento de la prueba de marcha, la única en el atletismo que tiene carácter discrecional. Intercambiaremos información y colaboramos con el proyecto de Barcelona, que sería el de ‘juzgamiento’”, apunta Chapado. El objetivo es salvarla.

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