Ingebrigtsen, contra su padre: “Mi educación estuvo ligada al miedo”
Gjert Ingebrigtsen se enfrenta a un juicio en Sandnes (Noruega) con cargos por abusar físicamente contra sus hijos, incluido el doble campeón olímpico.
El doble campeón olímpico Jakob Ingebrigtsen describió una infancia marcada por el miedo y la manipulación cuando subió al estrado de los testigos el martes para testificar contra su padre y ex entrenador. Gjert Ingebrigtsen se declaró inocente de los cargos de abusar físicamente de dos de sus hijos, incluido el atleta de pista. El hombre de 59 años enfrenta hasta seis años de prisión, y el juicio se extenderá hasta el 16 de mayo en Sandnes, Noruega.
“Mi educación estuvo estrechamente ligada al miedo. He sido consciente de una cultura basada en el miedo durante mucho tiempo. De adolescente, era un concepto con el que me identificaba mucho, porque sentía que no tenía libre albedrío ni voz en nada”, declaró Jakob Ingebrigtsen, ganador del oro en los 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de París y los 1.500 metros en Tokio.
“Vivía en un entorno donde todo estaba controlado y se decidía por mí. Había una enorme manipulación”, declaró ante el tribunal según la emisora estatal noruega NRK. Durante el primer día del juicio, el lunes, Gjert Ingebrigtsen se declaró inocente de los cargos que se le imputaban, según informó la agencia de noticias noruega NTB.
Está previsto que declare la próxima semana, según NTB. Jakob Ingebrigtsen, de 24 años, relató ante el tribunal varios incidentes de violencia. La fiscalía alega que Gjert Ingebrigtsen lo golpeó varias veces después de que recibiera un informe negativo sobre su comportamiento en la escuela cuando tenía ocho años. “Recuerdo estar terriblemente asustado. He hecho algo muy malo. Me aterra lo que pueda pasar”, declaró Jakob Ingebrigtsen ante el tribunal sobre los antecedentes del incidente.
Jakob Ingebrigtsen también declaró ante el tribunal que, cuando a los 16 años conoció a Elisabeth Asserson, quien ahora es su esposa, su padre intentó poner fin a la relación, temiendo que cualquier relación perjudicara la carrera deportiva de su hijo. “Me resultó extremadamente difícil que alguien como mi propio padre hablara así de Elisabeth, alguien a quien apreciaba”, declaró ante el tribunal.
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