Mary Romero retiene su trono en una guerra de guerrillas en Milán

Mary Romero viajó a Milán con un único objetivo: salir de allí con el Europeo del supergallo en su cintura. Lo cumplió. Llegó como campeona y se fue con el mismo estatus. La murciana, de 36 años, derrotó por decisión unánime (100-88, 100-88 y 98-90) a Maria Cecchi, quien planteó una guerra de guerrillas y eso hizo que el pleito no fuese lucido. Pese a ello, la victoria de la española fue clara. La local no planteó nada de boxeo, todo pelea callejera y Mary la barrió. Fue muy superior. 

Desde el primer asalto se vio el plan de ambas con claridad. Romero sabía que era la visitante, por ese motivo, pese a que era la defensora del título tomó el 'rol de aspirante'. Salió a cerrar el espacio y a percutir con dureza. Cecchi se vio superada, no sacó trabajo. Dese el final del segundo acto, la local empezó a embarrar el pleito. El árbitro no tuvo pegas y eso convirtió el combate en una guerra total. Mary quería trabajar, Cecchi trabar la pelea. Una vez en el clinch llegaban los cabezazos, los golpes con el hombro... de todo menos el deporte que debía practicar.

Romero entró al trapo, quizá tuvo que ser algo más fría, pero su experiencia le valió mucho y no se achicó. Cecchi cada vez era más sucia y todo se evidenció en el séptimo round. La italiana vio que Mary no se quedaba tanto y continuó mostrando otras malas artes. Se dio la vuelta en un agarre, el árbitro no paró las acciones y la española le pegó dos golpes. Cecchi no sabe el reglamento y le pegó un cabezazo claro. El árbitro le quitó dos puntos. La pudo descalificar, pero la localía pesó. Ahí, Cecchi se vino abajo y Romero pudo conectar algo mas. Llegó con grandes manos y la italiana acabó pidiendo la hora. La murciana se vuelve con el título... y también con unos puntos de sutura debido a los cabezazos de la aspirante. En la guerra Cecchi se perdió y Mary resistió como la campeona que es. Tras tres Europeos, el Mundial debe ser lo siguiente.