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BÁDMINTON | CAMPEONATO DE EUROPA

Carolina Marín, a un paso de su sexto oro europeo seguido

La onubense, entre lágrimas de felicidad, vence a Neslihan Yigit en semifinales y se enfrentará, en Madrid, a Kirsty Gilmour por el título continental.

Madrid
Carolina Marín, a un paso de su sexto oro europeo seguido
PEPE ANDRESDIARIO AS

Misma rival, mismo resultado y un desenlace emocionante: entre lágrimas y ante las gradas de Gallur, regalando volantes y su raqueta. Con Carolina Marín, afortunadamente, la historia siempre se repite. Tras superar a la turca Neslihan Yigit (21-14 y 21-13 en 42 minutos), en la reedición de las semifinales de 2021, la onubense estará en la final del Europeo de Madrid (mañana, sobre las 11:30, a través de TDP). La escocesa Kirsty Gilmour, 20ª del mundo, será su rival tras vencer a la danesa Mia Blichfeldt (21-9, 19-21 y 21-10). La valiente que, en algo que parece inevitable, intentará interrumpir el reinado de la jugadora española, lanzada hacia su sexta corona continental seguida. Esta vez, tras once meses sin poder competir debido a su grave lesión en la rodilla izquierda (rotura del ligamento cruzado y de los meniscos interno y externo). Da igual. Es la reina absoluta de un fuero que le queda pequeño y quiere seguir siéndolo.

"Me conocía bien, todas las danesas quieren ganarme", explicó la campeona olímpica después de sudar frente a Line Kjaersfeldt en cuartos de final. Yigit no es danesa, pero sí tiene perfectamente estudiada a Carolina y sí comparte mismo sentimiento: es uno de los nombres importantes del bádminton en el viejo continente y, como tal, quiere terminar con la hegemonía que, desde hace un lustro, acapara toda la gloria. Deberá seguir esperando. Seguramente, lo supo desde el principio. Primer punto, primer puño cerrado y primera fusión con el público. Una secuencia que, esta semana, las rivales de la triple campeona del mundo ya se saben de memoria. Junto a otras, como el 'oh' generalizado que la onubense levantó con una dejada preciosa para el 7-2 del primer parcial, con Yigit por los suelos en el intento de llegar al volante, muy cerca de la red. Misión imposible, como detener el avance español en un segundo set que, pese a una salida turca amenazante, Marín siempre tuvo en su raqueta.

Carolina y Neslihan se habían enfrentado hasta en nueve ocasiones. Siete en categoría individual y dos en dobles. La última, en Kiev, donde Yigit terminó colgándose el bronce. Es élite internacional, pero, a la décima tampoco fue la vencida. Con mucha paciencia cerca de la red, sin precipitaciones, y consciente de su superioridad, Carolina sigue siendo inalcanzable. En Europa, la pista siempre está inclinada a su favor. Sin errores no forzados, el tiempo suele sonreírle. Ante los posibles baches, sólo tiene que dejarse llevar, fluir y conectar con sus ideas, siempre a centímetros, como explica su entrenador, Fernando Rivas. Frente a Yigit, lo necesitó en el 11-8 de la primera manga, cuando Neslihan se acercó con cuatro puntos consecutivos, y en el 7-7 del segundo parcial, con una racha idéntica de la turca, cortada de raíz, con un 9-7 seguido de tres gritos de Carolina. Y del pertinente eco de las gradas. De ahí al 15-8 y del 15-8 a un paso de su corona.

Gallur es una fiesta

De nuevo, en un Polideportivo Municipal Gallur totalmente entregado, que está disfrutando de una Carolina que gana como siempre y como nunca. Con golpes "que no habíamos visto", como exclamó Rivas tras el debut, y con una "caja de herramientas" repleta de posibilidades, como analizó la propia Carolina después de su segundo partido. Frente a Kjaersfeldt sufrió, porque es parte ineludible de las tareas de un campeón, y ante Yigit ha dado la penúltima zancada sin excesivas exigencias. "Si hace un año me dicen que, en mi primer torneo, voy a jugar una final de un Europeo aquí, en Madrid, no me lo creería. Por eso la emoción y la felicidad. Mañana quiero disfrutar al máximo de cada punto y de estar con este increíble público, que antes de salir ya me transmitía su energía y vibración", explicó Marín tras la semifinal. En la chistera, seguro, queda el truco final. Es Carolina.