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GOLF | MASTERS DE AUGUSTA

Tiger regresa con fuerza, Im y Smith destacan, y Rahm sufre

El norteamericano que juega 408 días después de su accidente firma un -1 a cuatro y tres golpes de coreano y australiano, respectivamente. El vasco acabó con +2.

Actualizado a

Augusta National, 11:05 (17:05 en España). Tiger Woods golpea desde el tee de salida del hoyo 1 para alcanzar 241 metros. 408 días después de encoger el corazón del golf mundial tras un accidente de coche que puso en peligro su vida y, sobre todo, su pierna derecha el norteamericano de 46 años regresaba a un torneo del PGA Tour. El Masters, el jardín en el que el californiano cambió la historia del único 'major' que nunca varía de emplazamiento en 1997, recibía a su pentacampeón como un héroe y el par en Tea Olive después de embocar un putt cercano a los dos metros recibía la primera explosión de júbilo.

Antes de que Tiger empezará a probar su maltrecha pierna otros cuatro mitos habían paseado su leyenda por la hierba de Georgia. Jack Nicklaus (82 años, seis victorias en el Masters y 45 ediciones disputadas), Gary Player (86, tres triunfos, 52 ediciones y 164 vueltas completadas) y Tom Watson (72 y dos éxitos en Augusta) hacían la salida honorífica, y Chema Olazábal formaba parte del primer partido que iniciaba el juego tras media hora de retraso por la lluvia. Doce títulos entre los cuatro, un vestidor completo de chaquetas verdes. El vasco de 56 años completaba el primer recorrido con 77 golpes, cinco sobre el par. "El swing no está", reconocía.

Mientras el vencedor en 1994 y 1999 se dirigía a la Casa Club, Tiger seguía sumando adeptos a su recorrido de 6.835 metros a pie, con una evidente cojera cuando el terreno tendía hacia arriba, en una comitiva de muchos cientos de personas que seguían a su particular mesías aplaudiendo, gritando y ovacionando cada golpe del ganador de 15 grandes, el último precisamente en el tapiz verde de Augusta en 2019. Cinco pares consecutivos daban paso al primer impacto genial de Tiger. Salida del par 3 del 6 y bola a diez centímetros del hoyo. Primer birdie y locura total en Georgia.

El 8 supuso el primer contratiempo del Tigre. Bogey en un par 5 tras un golpe en el que su apoyo de giro sobre la rodilla maltrecha abrió demasiado ángulo. Después, tras agacharse para patear, dio muestras de molestias al torcer el gesto. De par en par llegó a un nuevo birdie en el 14... que volvió a tener cara negativa en el 15. El primer zarpazo con puño cerrado de Woods llegó con un estratosférico putt de diez metros en el 16 que le ponía con -1. La leyenda acabó con 71 golpes (-1) y todas las opciones abiertas, pese al dolor. "Me espera mucho hielo ahora", decía riendo a la televisión.

En tanto Augusta prestaba especial atención a su chico preferido el resto de jugadores consumían hoyos. En aspiración de título y quizá de número uno irrumpía el australiano Cameron Smith, ganador en The Players y que se ‘saltó’ el Mundial Match Play para irse a su país con su familia. Y eso que empezó con doble bogey y acabó igual. En el medio ‘Billy el niño’ desplegó su creativo y fantástico juego corto para acabar con 68 golpes (-4) tras ocho birdies (5, 6, 8, 9, 12, 14, 15 y 16).

El coreano Sung-Jae Im aprovechó el lapsus de Smith para terminar líder con -5 y también destacó el exnúmero uno Dustin Johnson (-3). Más dubitativos estuvieron Jon Rahm y Sergio García, especialmente el ‘León de Barrika’. Montaña rusa de aciertos y errores para acabar con +2, a 7 golpes de Im. Por su parte, el castellonense firmó el par del campo tras cuatro birdies y cuatro bogeys.

Jon Rahm.
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Jon Rahm.JONATHAN ERNSTREUTERS

25 años del gran ‘pelotazo’

Con 21 años y 104 días, Tiger Woods ganaba el Masters de Augusta 2017 rompiendo tres récords: se convertía en el jugador más joven en ganar un ‘grande’ birlándole el honor de Augusta a Seve Balleteros, lo hizo con la mayor diferencia de golpes en Georgia (12) y el total más bajo (270, -18). Además, daba un golpe letal al racismo de un torneo que sólo había permitido participar antes a tres negros y su irrupción en el circuito revolucionó el juego, varió los hábitos de entrenamiento de los golfistas y fue un pelotazo mediático que elevó el interés de este deporte, especialmente en venta de entradas y audiencias de televisión. Hace 25 años nacía el fenómeno Tiger.

ASÍ VA LA CLASIFICACIÓN TRAS LA PRIMERA JORNADA