"Si voy al Mundial, mi motivación va a estar más alta que nunca"
Hugo González, triple medallista europeo y finalista olímpico en Tokio, compite desde este jueves en las finales de las NCAA estadounidense con Berkeley.
Hugo González (23 años) reside en California después de dar vueltas por Auburn y Virginia en los cuatro años que lleva ya en Estados Unidos. Tres medallas europeas y una final olímpica, un futuro por delante, y otra emocionante competición desde este jueves al domingo en las finales de la NCAA estadounidense. Habla como siempre, con naturalidad y sin tapujos, con la esperanza de seguir ampliando su palmarés en este 2022 ilusionante. Le queda mucho camino.
De jueves a domingo compite en la final de la NCAA. ¿Cómo se lo plantea?
Estoy inscrito en los 200 y los 400 estilos y los 200 braza. Nadaré también algunos relevos con mi equipo. Estoy muy ilusionado. En los últimos años Texas ha sido la universidad ganadora, pero creemos que este año será más justo; a ver si los podemos destronar. Es mi tercera participación aunque en 2019 mi equipo ganó, aunque yo no estaba porque me cambié a mitad de temporada. Pero me dieron el anillo: es grande y plateado.
¿Qué cambios ha sufrido esta temporada en el entrenamiento?
Estoy haciendo más sesiones de pesas, de tres a cinco por semana. El tema no es saber dónde puedes mejorar, sino cambiar para mejorar.
¿Los subacuáticos, por ejemplo?
Sí. No se cuánto me ayudará a rebajar mi marca, pero lo hará. Aquí se trabajan mucho, quizás por el modelo que hay en el instituto o en la universidad donde las piscinas son en yardas y los entrenadores lo intentan potenciar. En España hay menos piscina corta y es difícil trabajar ese buceo. Tenemos nadadores que igualan a los mejores sobre el agua, como Nico o Alba Vázquez, pero perdemos debajo.
¿Cómo le van los estudios?
Estoy estudiando portugués; dejé Ingeniería Informática. Me tuve que cambiar de carrera. El año que viene seguiré con Ingeniera cuando acabé portugués, no sé si en Madrid o dónde.
La semana anterior se celebraron las mismas finales pero en categoría femenina. ¿Ha habido mucho revuelo con Lia Thomas, la nadadora trans?
Mucho. Y se sigue hablando. Ha pasado la barrera de la natación. Es una pena que haya malos entendidos, parece que es una guerra más que una charla para definir algo concreto. Esta chica se identifica de cierta manera. La llamaron tramposa. Una cosa es el dopaje y otra cosa es lo de Thomas. Son las instituciones las que tienen que decidir y poner unos criterios.
Este año tiene Nacional, Mundial, Europeo… ¿Qué hará?
Me hubiera gustado ir al Nacional, pero no creo que pueda por las clases. Hay un límite de ausencias y no puedo sobrepasarlo. Quiero ir al Mundial, aunque dependerá de la flexibilidad de la Federación Española de Natación.
El 2021 de Hugo González
Le ha visitado el director técnico, Sean Kelly. ¿Cómo fue el encuentro?
Es mucho más de lo que hacían hasta ahora, que era cero. El año pasado escribieron noticias de mis competiciones. Y en este hay más comunicación. No hablamos de convocatorias. Me transmitió que ojalá pudiéramos trabajar juntos, para estar en uno de los CAR cuando volviera a España. Tengo la opción de quedarme y seguir compitiendo en la NCAA el año que viene. No sé aún lo que haré.
¿Qué ilusión le hace ir al Mundial de Budapest en junio?
Es diferente a otros años. Vengo de tres medallas en el Europeo, de estar en la final olímpica... Tengo la suerte de recibir ayudas de Iberia junto con otros deportistas de España y es un buen punto de tranquilidad. Antes nos sufragábamos con las ayudas del club, las becas ADO y ya está. No da para vivir dedicándole el tiempo y el esfuerzo a la natación que requiere nadar finales o ganar medallas. Pero parece que ahora hay cambios. Está saliendo un proyecto de CSD con más ayudas. Para mí es un año motivante. Puedo repetir o bajar mis marcas. Si voy al Mundial, la motivación estará más alta que nunca. Puedo estar en las finales.
¿Se ve más ilusionado en este ciclo que en el de Tokio?
Hay un ambiente más positivo. La RFEN tiene cosas por mejorar, pero está cambiando cosas para mí. Depende de cómo vaya todo. El hecho de tener patrocinadores me ayuda, me exige, es como un trabajo, debo responderles.
¿En qué le ha ayudado estar cuatro años en EEUU?
Me ha ayudado mucho a tener perspectiva. Me ha enseñado lo que significa estar motivado, entrenar bien, y cómo todo ello afecta a la natación... Meterte a hacer metros es fácil, el tema es organizarte con tus relaciones, estudios y en la vida. Me ha abierto los ojos. Nunca pensé que en 100 espalda llegaría a nadar 52 segundos. Tengo mejor perspectiva de la vida. Quiero dar el máximo en la natación, pero no todo es eso, quiero que me quede algo para después. Estoy convencido de que fue la mejor opción que pude escoger.
¿Cree que el modelo estadounidense se puede copiar en España?
No creo que se pueda copiar, pero se puede hacer algo parecido. Parte del éxito es el nivel de competición, no solo las universidades. La UCAM es lo más parecido, pero se necesitan otras universidades. También es el apoyo a los universitarios. Aquí lo pueden compaginar bien. Les das a los nadadores un margen de cinco años para ver si quieren o no seguir mientras estudian, aquí con 18 años ya deben escoger. Un ejemplo es Floriant Manaudou, que en el sistema español no habría entrado porque de joven no hizo marcas. O César Castro, para ni irnos tan lejos, que tuvo problemas.