Irlanda aprieta a Francia en la pelea por el Seis Naciones
El Trébol vence por abrasión en Dublín, se coloca líde provisional y obliga a los franceses a derrotar a Inglaterra en Le Crunch para ser campeones.
Irlanda convirtió lo que podía ser un Le Crunch ligero en toda una final para Francia. El Gallo quedó sin margen de error en su partido contra Inglaterra, el último del Seis Naciones 2022, tras la victoria irlandesa en Dublín contra Escocia (26-5), que puso a los isleños provisionalmente en la cabeza del torneo con 20 puntos y les aseguró la Triple Corona.
Fue un choque tremendo de delanteras en el que, como casi siempre, se impuso la irlandesa. 'La Sudáfrica europea', que gustan de decir algunos. El pack del Trébol abrasó a una oposición que vendió cara su piel y fue protagonista en todos los ensayos locales. Primero golpeó Sheehan, nuevo producto de la factoría de Leinster. Un talonador de 23 años en la mejor tradición de su país: dinámico, contundente. Una irrupción suya tras un maul no consiguieron detenerla los escoceses. El segundo zarpazo lo asestó Healy, una institución que apura sus últimos tragos de rugby internacional. Irlanda castigaba esta vez con el pick and go. Antes del descanso Schoeman, un peso pesado con aires en una acción que se analizó por posible doble movimiento, bien descartado por Wayne Barnes, recompensó una trabajada ofensiva caledonia.
Irlanda volvió pétrea de vestuarios, aplicando una presión asfixiante a un espeso ataque escocés y ganando la batalla en los contactos. Van der Flier estiró la diferencia de nuevo rozando el ecuador. Otra vez los 'gordos', siempres los 'gordos'. Escocia desperdiciaba sus escasas oportunidades. Una de ellas por egoísmo de Hogg, que se puso individualista cuando tras un rebote era fijar y pasar para acortar distancias.
Al final fue Irlanda la que dio la estocada en un avance que dejó a su rival con 14 por amarilla a Ben White. Los locales olieron sangre y Conor Murray, en un enganchón que lidió con fe, acabó firmando el ensayo para el punto extra que puede dar a Irlanda el primer título desde 2018 y el primero con Andy Farrell al mando.