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NATACIÓN | FINALES DE LA NCAA

La 'trans' Thomas aspira al trono de Ledecky en la NCAA

Desde este jueves se disputa el Nacional Universitario donde la de Pensilvania llega con las mejores marcas en 200 y 500 yardas. EEUU pendiente de su actuación.

Lia Thomas.
Brett Davis

Estados Unidos (y todo el deporte mundial) está pendiente de lo que ocurra desde este jueves hasta el domingo en Atlanta, donde se disputarán las finales de la NCAA, la competición universitaria estatal que cuenta con un pedigrí labrado a lo largo de la historia. Nadadoras medallistas olímpicas, mitos como Katie Ledecky y Missy Franklin, consiguieron dominar estas pruebas también mientras reventaban récords y se convertían en los iconos de la natación mundial. Ahora, las miradas se centran en Lia Thomas, la nadadora transgénero que llega a la cita con la mejor marca en los 200 y los 500 yardas y con el décimo crono en los 100.

La eclosión de Thomas desde la pandemia y desde que comenzara su tratamiento para reducir testosterona ha puesto patas arriba la natación estadounidense y ha abierto un debate profundo en el deporte. A sus 22 años, esta no será la primera fase final de la NCAA que disputa Thomas, que como hombre representó a la Universidad de Pensilvania en los 1650, 500 y 200 yardas pero su mejor posición no se acercó ni a los 400 mejores. Pero ahora, en la competición femenina, aspira a ser campeona en dos pruebas y a adquirir una repercusión exponencial. Solo el inicio de un camino que, por ley, puede llevarla a disputar Mundiales o los Juegos Olímpicos de París 2024.

USA Swimming cambió la normativa a raíz del caso Thomas. Si a estos campeonatos se permite que participe una nadadora transgénero con un año de tratamiento de reducción de testosterona, a partir de la próxima edición será de tres, con tal de paliar este efecto, aunque hay dudas de si esto ayudaría a que nadadoras como Thomas redujeran sus tiempos. Hay una base de formación como hombre, una envergadura, una musculatura y una altura, cuentan los expertos, que permanece, y un ejemplo son sus tiempos. Si habitualmente la distancia entre el mejor cronómetro del hombre y el de la mujer está separada por un 11%, Thomas solamente ha recudido sus mejores marcas entre un 2% y un 3%.

"Soy una mujer, no un hombre, debo competir con mujeres"

Desde que apareciera a escena, las críticas al sistema han aumentado. Primero, 16 de las 37 nadadoras del equipo de natación de Pensilvania escribieron una carta en contra de su participación. La ex medallista olímpica Nancy Hogshead-Makar ha sido el altavoz de la defensa de la mujer y ha situado las deportistas transgéneros como una amenaza. Ella considera que, en el futuro, se debería abrir una nueva categoría. "Soy una mujer, soy como el resto de mi equipo, no soy un hombre, por lo que debo competir con mujeres", comentó para Sports Ilustrated, por contra, la propia Thomas.

En los Juegos de Tokio ya participó por primera vez en la historia la primera transgénero, la haltera neozelandesa Laurel Hubbard. Quedó eliminada en las preliminares. Pero ahora Thomas está consiguiendo resultados, cosechando medallas en el país dominador de la natación mundial. Su caso abre aún más un melón que por el momento el Comité Olímpico Internacional (COI) tiene dudas de cómo abordarlo.