Los Leones tumban a Rumanía y van lanzados hacia el Mundial

Hace solo un año parecía inviable y hoy está a tiro de piedra. España sumó este domingo en el Central de Madrid una victoria fundamental (38-21) en sus aspiraciones de clasificarse para el Mundial de Francia 2023. Cedió ante ellos Rumanía, en un partido insospechado por la amplitud del resultado y la superioridad que por momentos exhibieron los Leones, y les entregó la segunda plaza del clasificatorio, enmarcado dentro del Campeonato de Europa o Seis Naciones B.

El partido pedía un comienzo arrollador como el de hace cuatro años y España fue un primor durante los primeros 40 minutos. Si entonces Auzqui lanzó a los Leones, esta vez el propulsor fue Marco Pinto, ejecutor en un maul (otra vez el maul) que entró en zona de marca rumana tras un tornillo. De primera línea a primera línea y sensaciones calcadas a las de 2018. Poco después una incursión por el flanco izquierdo terminó en un nuevo ensayo, este de Matthew Foulds. Antes del cuarto de hora España ya había cogido una renta que invitaba al optimismo.

Los visitantes reaccionaron a la andanada inicial en una de sus pocas visitas a la 22 por medio de Hincley. Pero el viento soplaba en dirección contraria. Manu Ordás les metía constantemente en su campo con un clínic de patada y cuando intentaban salir jugando la defensa española era un muro infranqueable. Pasado el ecuador de la primera parte, con la Selección en inferioridad por una amarilla a Tauli, que se inmoló oportunamente para frenar un maul rumano, llegó el segundo arreón local. Quercy golpeó tras una ofensiva con varias fases en las que los rumanos tuvieron que defender a ras de suelo, evitando el posado por centímetros.

El Central ya era una fiesta y se terminó de desbocar cuando Gimeno interceptó una transmisión de los Robles y se fue solo para anotar la cuarta marca. En esos momentos el bonus ofensivo estaba amarrado. Ni las mejores previsiones lo habrían vaticinado. Y todavía pudo ser mayor la sangría de no quedar anulado un quinto ensayo que firmó Jorba. El ala de la Santboiana interceptó una carrera peligrosa por el costado derecho con un tres tiempos poderoso y después recibió una descarga que le dejó vía libre hasta los palos. El TMO demostró después que ese último pase había sido adelantado.

Tras el descanso los rumanos se echaron al monte y enclaustraron durante varios minutos a los Leones en su 22, pero no rascaron nada. Los de Santi Santos, que olió el peligro de abrasión y empezó a mover su delantera, salieron del atolladero con disciplina en el placaje y las abiertas. Cuando consiguieron volver a campo rival, los Robles elevaron la intensidad en los contactos, cayendo al final en una infracción convertida en tres puntos por Ordás. La estocada final llegó poco después. Una estampida de Futeu, pura potencia desencadenada, abrió en canal la defensa de los Robles y un par de fases después Quercy firmó su doblete particular.

La brecha era prácticamente insalvable. Hincley, también en segunda instancia, dejó la diferencia de ensayos en tres, la mínima para conseguir el punto extra ofensivo. España empezó a sufrir en las melés y bajo una marcha en defensa. Llegando a los últimos diez minutos Simionescu, en una carga en la que se llevó varias pegatinas, se coló hasta la cocina. La posibilidad del bonus se alejaba y el Central se enfriaba. Por suerte los deberes estaban hechos de antes y el triunfo se quedó en casa. Paso de gigante hacia el Mundial que España deberá refrendar en dos semanas en el mismo escenario, esta vez ante Portugal, que el sábado consiguió una previsible victoria ante la cenicienta del torneo, Países Bajos. La carrera mundialista se aprieta. Solo uno puede evitar la repesca. De fondo, la incógnita de lo que ocurrirá con Rusia, dada la situación geopolítica. Si se decide que no jueguen más, habrá que esperar a ver qué hace Rugby Europe con los resultados anteriores. Pero ahora mismo los Leones tienen en sus manos volver a una Copa del Mundo.

Una primera parte "para enmarcar"

"Salimos con todo. Sabíamos que era nuestra oportunidad. Si ganaba Rumanía se complicaba muchísimo todo. Entramos al 100% y creo que se notó. Fue una primera parte muy buena y la lástima es que se escapó el punto bonus al final", afirmó tras el partido el capitán español, Fernando López.

Compareció acompañado del seleccionador, Santi Santos, que describió "una primera parte para enmarcar". "Se han hecho las cosas bien. La segunda parte ha sido muy dura y ha habido cosas mejorables. Les hemos dejado jugar en nuestro campo mucho tiempo y a ratos no hemos defendido bien", matizó.

El alcalaíno sigue aplicando filosofía cholista al proceso, depositando las esperanzas en los resultados de su equipo y no en los ajenos: "No hay calculadora. Hay que ganar, pero lo bueno es que, en caso de empate con Rumanía, les superamos ahora. Quedan partidos en los que pueden pasar muchas cosas. La mejor manera de no tener que hacer muchos números es ganar a Portugal. Rumanía puede ganar a Georgia, pero nosotros también. Vuelvo a nombrar al Cholo Simeone, partido a partido".

En cuanto a la posible cancelación de los resultados rusos, indicó que "es un asunto político" que no depende de la Selección. "Tenemos que ganar en el campo. Dicho esto espero que la decisión depende de World Rugby y no de Rugby Europe. Debería ser así. Entiendo que harán lo que haga la comunidad internacional en general", añadió antes de pedir "máximo apoyo" contra Portugal.

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