Rahm sufre en los greenes
El putter frena al vizcaíno en la segunda ronda, que cierra con 70 golpes para -1 (-5 en total). Necesitará un buen movimiento el sábado.
El putter, otras veces fuente de alegría para Jon Rahm, es su potro de tortura esta semana en el Waste Management Phoenix Open que se disputa en el TPC Scottsdale de Arizona (EE UU). El vizcaíno firmó este viernes, en línea con su actuación del jueves, una buena vuelta que podría haber sido mucho mejor de no ser por desempeño en los greenes.
Cogió 9 de 14 calles (ocho si descontamos el hoyo 17, un par 4 muy corto en el que 'cazó' el green con el primer golpe) y el 83% de los greenes, pero se quedó en -2,7 golpes ganador pateando, una estadística muy pobre. Así no pudo aprovechar muchas de las opciones de birdie que se fabricó y y solo restó en tres hoyos, el 6, el 10 y el 17. Con bogeys al 3, en el que salió bien pero se quedó corto buscando la bandera, y el 14 tras fallar el primer golpe e irse al bunker con el segundo, su tarjeta quedó en 70 golpes, uno bajo par (-5 en total).
La buena noticia es que, hasta en los días en los que no brilla todo su repertorio, Rahmbo es capaz de jugar en números negativos (en el golf, paradójicamente, positivos). A la espera de su mejor versión, que se hace necesaria para la segunda mitad del torneo, el León de Barrika desciende hasta el 23º puesto en la clasificación. En lo más alto, Sahit Theegala, con un acumulado de 130 golpes y 12 bajo par. De forma brillante, completó el recorrido en 64 y ocho birdies.
Theegala, un californiano de origen indio que debuta esta temporada en el PGA tras una gran carrera universitaria (tres veces All-American con Pepperdine), tiene dos golpes de ventaja sobre Xander Schauffele y Brooks Koepka, vigente campeón. Jugó por primer y último curso en el Korn Ferry Tour en 2021 y, tras hacer Top-10 en el Sanderson Farms el pasado octubre, se acerca a su primera victoria en la élite mostrando una alta capacidad para producir birdies (ya logró siete el primer día). Rahm necesita un gran sábado para meterse en la pomada.