Rahm lanza un órdago final sin premio en Torrey Pines
El vizcaíno no consigue añadir un nuevo capítulo a su idilio con el campo de San Diego pese a luchar la ronda hasta el final. Gana List en un playoff con Zalatoris.
No consiguió el triunfo, pero a Jon Rahm no se le puede reprochar absolutamente nada de su desempeño en la madrugada de este domingo en Torrey Pines. El vasco partía en la ronda final del Farmers Insurance con -13, a un golpe del estadounidense Will Zalatoris y el australiano Jason Day. Aspiraba a añadir un nuevo capítulo en su idilio con el trazado de San Diego (EE UU), en el que ya ganó este mismo torneo allá por 2017, su primera victoria como profesional, y el US Open del año pasado, su estreno en los majors. Tras un comienzo de vuelta poco alentador, intentó asaltar la cabeza de la tabla por tierra, mar y aire, en un ejercicio de fe y precisión que retrata a un golfista hecho para transitar las esferas más altas de este deporte. A pesar de ello esta vez se le resistió la gloria, que fue para Luke List tras un hoyo de playoff.
Dos bogeys de Rahmbo en el 1 y el 5 invitaban al pesimismo. Pero siempre es osado descabalgar de la pelea tan pronto a un purasangre como él y lo acabó demostrando. La reacción llegó con una secuencia de tres birdies entre el séptimo y el noveno. De repente volvía a estar a uno de la cabeza, a la que se aupaba un inspirado List, la mejor tarjeta del día (-6) entre los que estaban en la pomada. El de Seattle, un jugador sin victorias en el circuito hasta ahora, se fue a la casa club con -15. Un listón que sostuvo Zalatoris y que terminó siendo demasiado para Day, amortajado por dos bogeys en los dos últimos segmentos. Aún así el campeón del PGA Championship de 2015, acosado por las lesiones en los últimos tiempos, dejó un eagle mágico en el 14 y la sensación de que vuelve por sus fueros.
Volviendo a Jon, ese arreón en la recta final de la primera mitad del campo no tuvo continuidad en los primeros compases de la segunda. Más que otra cosa salvó pares, sin opciones claras de birdie, y en el 15 se llevó un puñetazo directo al mentón. Su segundo golpe pinchó en bunker y la sacada fue a parar al borde del green. Bogey. Parecía que con eso enterraba todas sus opciones, pero aún reservaba un último toque de corneta. Tras el par del 16 encendió los fuegos artificiales con un putt monstruoso para birdie en el 17. Lo embocó desde ocho metros y se puso a uno de la cabeza. Siendo el 18 un par 5, la posibilidad de igualar a Zalatoris y List cogía cuerpo. Su salida, empero, encontró arena por la derecha de la calle. Colocó bien la bola en el segundo tiro y en el tercero pegó un hierro buenísimo pero con un efecto traicionero que la dejó a cinco metros del hoyo. No hubo un segundo milagro seguido, aunque quedó patente que Torrey Pines es un diseño en el que Rahm, finalmente tercero con -14, todavía puede coleccionar más buenos recuerdos. Además el lunes, conviene no olvidarlo, comenzará su 36ª semana como número uno del mundo.
Por su parte List, que el año pasado acumuló hasta cinco top-10 sin premio y afronta su 15ª temporada profesional, esta vez fue quirúrgico en el desempate. Dejó una tierna imagen, abrazado a su mujer e hijos, tras abrochar el triunfo que limpia el polvo de su palmarés en la élite. En cambio Zalatoris, la sensación del Masters el año pasado, cuando quedó segundo en su primera aparición, quedará un recuerdo amargo de la jornada, pues dejó escapar un putt muy factible para ganar en el 18. Sea como sea parece una cuestión de tiempo, y no demasiado, que el rubio californiano se una a su verdugo en el círculo de ganadores del PGA.
Consulta aquí la clasificación completa del Farmers Insurance.