Ortiz quiere alargar su reinado

España, para evitar dramas, no debe fallar ante Georgia. Los de Fede Vidal, frente a Azerbaiyán, tenían la oportunidad de cerrar su clasificación para los cuartos de final; pero no fue así. El empate les negó poder relajarse en el último compromiso, el lujo de utilizarlo como laboratorio de pruebas o, simplemente, como lanzadera para coger fuerzas. Ahora, para certificar el pase, se necesita un punto. Al menos, para no depender de terceros. Nunca suele ser fácil. Ni para los que guardan mejor relación con la gloria. Bien lo sabe Carlos Ortiz, con cuatro Mundiales y seis europeos a sus espaldas. El actual, su séptimo, cerrará su increíble trayectoria continental. Su último baile, como gusta decir.

Había avisado antes de iniciar la andadura en Países Bajos, "quiero despedirme de la Selección con un título", y lo ratificó tras el pinchazo del martes. "Noche de aprendizaje para nosotros. Esto es un Europeo y nadie te va a regalar nada. Aviso a todos, el barco sigue a flote, quien quiera subir está a tiempo. Nosotros vamos a remar como cabrones para llegar a destino", publicaba, tras el partido, en su cuenta personal de Twitter. El mensaje, además, lo acompañaba con el emoticono de la medalla deseada: la de oro. Tiene cuatro y quiere la quinta, como Luis Amado y Kike Boned.

Su mensaje es claro. Fuera de la pista, pero también dentro, donde, frente a Bosnia, se convirtió en el jugador con más partidos disputados en la competición continental (50, que ya son 51). Un récord más de longevidad para un capitán eterno. Con 211 internacionalidades, es, de lejos, el jugador que más veces ha vestido la camiseta de la Selección. Tras él, los mencionados Boned y Amado, con 180 y 179 participaciones, respectivamente.

En el debut europeo, sin embargo, no sólo dejó la histórica cifra, sino que también firmó una actuación para enmarcar. Se apuntó un doblete, pero, si se escarba en las estadísticas del partido, casi fue lo de menos. El cierre, a sus 38 años, rozó la excelencia, siempre inalcanzable. Tal y como recoge la plataforma OnTheCourt, Ortiz acertó en 63 de sus 66 pases intentados (95%), con 8 de 10 acciones exitosas buscando directamente al pivote, y salió vencedor en 12 de 13 jugadas a balón parado (92%). Impoluto. Frente a Georgia, buscará recuperar y contagiar las sensaciones mostradas en el debut, pues Azerbaiyán, rocoso y duro, vivió en buena parte de los errores ajenos. Es el primer obstáculo peliagudo hacia las 215 internacionalidades, las que señalarán que España, por octava vez, reinará en Europa.