NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

TAEKWONDO

Un año potente de Adriana Cerezo

La joven taekwondista repasa en AS su boom con la plata olímpica en taekwondo. Habla de cómo ha influido en su vida, el futuro, sus estudios...

Actualizado a
Un año potente de Adriana Cerezo
PEPE ANDRESDIARIO AS

Atiende a AS con la voz cansada. Viene de recoger un premio de la San Silvestre Vallecana. Antes ha completado un examen del grado en Criminalística que cursa por la Universidad de Alcalá desde septiembre. Lo empezó poco después de maravillar a toda España con su medalla de plata en los Juegos de Tokio. Una chica de 17 años (en noviembre cumplió 18), subcampeona olímpica en taekwondo. La nueva vida de Adriana Cerezo, una de las grandes irrupciones del deporte español en el 2021, se ha convertido en un torrente de idas y venidas, actos, entrenamientos, clases, exámenes...

“Ha sido un año muy potente”, comenta la alcalaína, que antes del boom olímpico ya se había convertido en una precoz campeona de Europa absoluta en -49 kilos. “Lo hemos ido llevando todo muy bien. Hemos dejado que fuese pasando el proceso y que cada cosa llegara a su tiempo”, añade. Cerezo cree los últimos meses han sido muy positivos no solo por los resultados, esa medalla que es “lo que más llama la atención”, también porque “ha habido muchos aprendizajes y experiencias que servirán para seguir sumando en el futuro”. Pero no quiere quedarse estancada. “Eso está muy bien, pero tampoco hay que darle más vueltas. A guardarlo en un cajón y con la mirada puesta en el futuro”, sentencia.

Lo que está por venir es un año con Europeo a la vista, quizá también con el Mundial que no se pudo celebrar en 2021 a causa de la pandemia. Este se iba a reubicar en abril de 2022 en China, pero las condiciones lo siguen desaconsejando, así que se busca nueva fecha. También están los Grand Prix y otras salidas internacionales. “Iremos haciendo la preparación según vaya considerando mi entrenador”, comenta. Su modus operandi será el mismo que hasta ahora: “No vamos a cambiar nada. Es un proceso formativo. Lo de Tokio llegó de sorpresa. El trabajo y la forma de afrontarlo todo creemos que tiene que seguir siendo el mismo”.

Toda la carga tendrá que compaginarla con los estudios, algo para lo que no encontraba problemas en el pasado ni tampoco ahora, asegura: “No he notado mucho cambio. Cuando tienes la rutina de estudio te amoldas muy rápido. Este cuatrimestre he cogido todas las asignaturas y el siguiente seguramente haga lo mismo, aunque a lo mejor me lo tengo que tomar con más calma. Así podría acoplarme mejor para ir más a entrenar. Ya veremos”. Su formación al margen del deporte la considera “principal” para su futuro y cree que le puede aportar cosas a la hora de combatir. “Sacar una asignatura es como ganar un campeonato. Tienes que ponerte las pilas”, asevera. Además en clase está bien arropada: “Al principio pensaba que no me conocía nadie. Hasta que un día un profesor pasó lista y me dio la enhorabuena. No me han puesto ningún problema para cambiar algún examen y los compañeros me pasan todo lo que necesito cuando falto. Me ha sorprendido el comienzo del curso”.