Alberto Fernández: "Todavía continúo sin creérmelo"
Alberto Fernández y Fátima Gálvez, Premio AS Olímpicos 2021, obtuvieron el oro olímpico en trap mixto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Fueron 25 minutos de alta tensión. Entre disparo y disparo, entre polvo rosa y polvo rosa, el campo de tiro de Asaka vivió la primera medalla de oro de España en los Juegos de Tokio. Los grandes protagonistas, Alberto Fernández (madrileño afincado en Illescas, Toledo, 38 años) y Fátima Gálvez (Baena, Córdoba, 34 años). Los dos conquistaron el cuarto metal en tiro para nuestro país, el primero en trap mixto, que puede ser el último: la modalidad nació y murió en Tokio 2020. Desde Atenas 2004, la expedición española no cataba un chapa en el tiro.
Y lo hicieron como superhumanos. Con 36 grados de temperatura, una humedad que rondaba el 70% y desde atrás. Gálvez no atinaba con sus tres primeros disparos. Fernández no fallaba y mantuvo unas opciones de primer puesto que crecieron con cada cartucho que descerrajaban. Con temple, concentración, inteligencia y pulso y respiración incorruptibles, superaron tras 50 disparos (25 cada uno) a la pareja de San Marino (Alessandra Perilli y Gian Marco Berti). El dúo español acertó 41 de los discos de 11 centímetros que volaron por el cielo nipón a más de 100 kilómetros por hora. Su rival, solo 40. Un final incomparable.
Los brazos de Fátima y Alberto no solo se entrelazaron entre ellos en Japón, sino también con todos los aficionados y atletas de un deporte sin gran altavoz mediático que supieron que todas las horas de entrenamiento, todos los sinsabores y todos los sueños cargados en una escopeta del calibre 12 pueden tener un final feliz.
"Todavía continúo sin creerlo. Hicimos esa tan ansiada medalla. La afición al tiro viene de nuestros padres", aseguró Alberto Fernández, que recogió el Premio AS Olímpicos 2021 de manos de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, en nombre de un dúo que se formó hace cinco años, tras Río, y que superó una barrera, la de las medallas, que individualmente se les resistía en los Juegos. La cordobesa, que se enamoró de las armas a los cinco años tras ver ganar a hombres a la china Zhang Shan, fue quinta en Londres y cuarta en Río. El madrileño, dos veces campeón del mundo, fue 17º en Brasil. Una caída de la que se levantó gracias al psicólogo Diego Gutiérrez.
Pero la gloria esperaba en el Lejano Oriente a esta luchadora dentro de un deporte masculinizado y a este integrante de Los Geyperman, banda de aires ochenteros que rinde tributo a Hombres G. Y lo hicieron juntos, entre el humo de la escopeta y el polvo rosa. Mucho mejor.