Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

BOXEO

Examen para Navarrete

Emanuel Navarrete expone el Mundial WBO del pluma este viernes en San Diego ante Joet González. Está ante su defensa más complicada hasta la fecha.

Emanuel Navarrete.
Zanfer Boxing

Emanuel 'Vaquero' Navarrete (34-1, 29 KO) es un boxeador que encandila a la afición. El mexicano, de 26 años, ha logrado ser campeón mundial en el supergallo y en el pluma con una máxima: "morir en la raya". Es valiente, va al frente sin titubeos y tiene una fuerte pegada. Esas cualidades hacen que guste en México y también en Estados Unidos. Poco a poco su fama va creciendo y comienzan a aparecer voces más críticas. Se le exige que suba el nivel de los rivales, y lo hará este viernes en el Pechanga Arena de San Diego (California).

En el peso supergallo, su confirmación llegó al vencer en dos ocasiones a Isaac Dogboe. En el pluma, es dos veces campeón, pero el rival que le dará ese status será Joet González (24-1, 14 KO), ante el que expone el WBO de la división. El californiano, de 28 años, ya sabe lo que es disputar un Mundial, ante Shakur Stevenson, y ha aprendido. "Creo que llegué sobreentrenado", revela. Mas allá de su buena técnica, el tamaño de González puede ser clave. El propio retador lo sabe. "Los peleadores contra los que se ha enfrentado hasta el momento han sido mas pequeños, yo soy de su tamaño y lo tendrá difícil para conectarme", avisa.

Sin duda, ahí está la clave de la pelea. González es un rival habilidoso, que intentará hacer fallar a Navarrete para cansarle y contragolpearle. Por su parte, el 'Vaquero' intentará ahogar al aspirante con su ritmo y pegada. El duelo de estilos es claro. El tamaño puede ser un debe para el mexicano y la actividad estará a su favor. El californiano ha disputado solo dos peleas en dos años, mientras que el campeón se ha subido al ring en cinco ocasiones en el mismo periodo (completó los doce asaltos en su penúltima pelea). El óxido puede ser también clave. Pese a ello, el examen es claro para ambos. Navarrete quiere despejar dudas sobre su desempeño en el pluma y González dejar de ser la promesa para convertirse en realidad.