Maravilla Martínez sube otro escalón ante Brian Rose
Sergio 'Maravilla' Martínez derrotó por decisión unánime a Brian Rose en Valdemoro. Ángel Moreno y Juan Hinostroza hicieron nulo por el Europeo del mosca.
Sergio 'Maravilla' Martínez apareció en el ring de Valdemoro con un pantalón plateado (cambiado el rojo y negro de sus dos primeros pleitos tras su regreso) largo, como siempre. Pese a ello, la vestimenta dejaba ver una cosa: ya no usa la rodillera con la que protegía una de las zonas de su cuerpo que convirtieron el final de su carrera en un calvario. Como Benjamin Button, el tiempo parece que va para atrás para el argentino, de 46 años. Físicamente es así y sobre el ring, no volverá a ser el top tres libra por libra que fue, pero sus sensaciones van mejorando. Este sábado subió otro escalón ante Brian Rose, al que derrotó por decisión unánime (97-94, 96-94 y 97-94). Él quiere llegar a disputar un Mundial, pero para ello todavía le queda escalera por subir y se notó. "Llevaba muchos meses sin pelear y se notaron. Quiero volver a boxear pronto para tener ese manejo de distancia. Me faltaba ring. De acá voy a por el Mundial. No es fácil, pero nada lo es", espetó tras ganar. Tiene claro el objetivo.
Los dos primeros asaltos fueron una exhibición suya. Manejó el amago, la distancia, el tiempo. Todo y es que Rose se agazapó y sacó un zarpazo. Una derecha del inglés hizo temblar a Sergio y a todo su equipo. El ya famoso: "Salí de ahí, Maravilla", de se la pelea ante Chávez Jr. resonaba en muchas cabezas... pero Martínez supo aguantar y acabó sacando trabajo. Se confió demasiado y lo pagó. Desde ese momento, el argentino subió la guardia y estuvo precavido, aunque los diez rounds se le hicieron algo largos. Un susto fue suficiente. Rose se centró en manos aisladas, como las que propuso, pero efectivas. Aún así, le faltó trabajo si quería ganar. "Hizo un poco más. Gané justo, pero lo importante es ganar. Él se fue enfadado, pero no propuso lo suficiente para ganarme", reconoció el excampeón tras el combate. Maravilla sigue subiendo escalones, pero el camino debe ser más largo de lo que le gustaría.
España se queda sin campeón de Europa: nulo entre Moreno e Hinostroza
Por la cara de Ángel Moreno corría la sangre, Juan Hinostroza apretaba en la corta distancia. Los dos se vaciaron. El campeonato de Europa del peso mosca estaba en juego y todo podía pasar. Los dos españoles habían hecho un combate muy cerrado y nadie se aventuraba a dar un veredicto. Cualquier cosa podía pasar... y se dio el nulo. Ningún juez vio lo mismo: 115-113, 114-114 y 113-114. Moreno e Hinostroza lo dieron todo, pensaban que habían hecho lo necesario para ganar, pero no. El cinturón sigue vacante y la revancha parece inevitable.
Moreno empezó sorprendiendo a todos. Lejos de esperar a que Hinostroza apretase, fue el vallecano el que llevó el ritmo. Apretó y ahí intentó conectar golpes en la corta. La guerra fue absoluta y desde el primer momento la tarea del juez fue la más complicada. En ese tercer round, Ángel se cortó, pero el trabajo de Tinín Rodríguez en la esquina lo dejó en una anécdota. A partir del cuarto, Moreno quiso poner distancia y ahí Hinostroza emergió. Debía recortar distancia, pero entendió tan bien el tiempo de su oponente que empezó a contragolpear con gran acierto. Así, tras una derecha, en el sexto asalto logró una caída a su favor.
Lejos de achicarse, Moreno fue al frente y cruzó de nuevo golpes. Poco a poco la contienda se fue igualando. Si uno conectaba una derecha volada, el otro le contestaba con un hook abajo. Guerra absoluta. En algunos momentos los golpes de Hinostroza parecían más contundentes, pero nunca dio la apariencia de que Moreno fuese al suelo. En el penúltimo asalto, tras un cabezazo, el vallecano volvió a cortarse. Era grave, pero quedaban poco más de tres minutos. No había tiempo para excusas. Todo estaba en el aire y debían convencer a los jueces. Se vaciaron, pero ninguno acabó la noche como campeón.
Samuel Molina cae en Alemania
Al vez que Moreno e Hinostroza daban un combatazo, Samuel Molina se la jugaba en Hamburgo. El malagueño, excampeón de España de 22 años, tenía ganas de medir su nivel y aunque se vino con derrota tiene claro que está en la liga en la que quiere. Artem Harutyunyan le noqueó en el quinto asalto. Un golpe de suerte, porque el germano (nacionalizado, nació en armenia) lo pasó realmente mal. Los dos salieron a cruzar golpes en la corta-media distancia sin miedo. Impactaron, pero Molina estaba mejor. Parecía que el andaluz estaba mejor y lo refrendó en el cuarto, dónde dañó al local. En el quinto, Samuel lo tuvo. Harutyunyan lo pasó muy mal y el español fue con todo. Lo intentó, y en un contragolpe cuando parecía que el round se consumía, llegó la mano que cambió todo. Una pena, porque Samuel mereció más. Le quedan muchas noches de gloria. Cayó, pero pasó el examen.