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España brilla, resiste y saca el billete a cuartos en Lituania
La Selección cuajó su mejor partido del torneo y superó a la República Checa en octavos (5-2). En la segunda parte sufrió. El lunes, los cuartos ante Portugal (16:30).
Tradicionalmente, se dice que el Mundial empieza en octavos. Es la hora de la verdad, porque las favoritas al título siempre suelen superar la fase de grupos sin problemas, como ocurrió en esta edición en Lituania. Sin embargo, en las fases eliminatorias puede pasar de todo, porque no hay red: si pierdes, a casa. España lo sabía, y eligió el mejor momento (por ahora) para hacer su mejor partido en el torneo: triunfo contundente ante la República Checa (5-2) tras una primera parte perfecta y una segunda más sufrida. El lunes, los cuartos ante Portugal (16:30), que superó a Serbia en la prórroga (4-3). Palabras mayores, pero la Selección demostró estar capacitada para luchar contra cualquier rival.
Ante la República Checa, España corrigió uno de los fallos que venía arrastrando en Lituania: un mal arranque. Fue un inicio perfecto, sin concesiones y cerrando a un rival que apenas tocaba el balón. Todas las jugadas eran finalizadas, evitando contras, y con un español siempre bien colocado en el segundo palo. Así llegó el primer tanto: asistencia de Adri para que Raúl Campos empujase para dentro. A los cuatro minutos, España ya mandaba. Y uno más tarde, llegaba el segundo. La cosa iba de Raúles, porque Gómez marcó el segundo tras una serie de rechaces que él mismo generó. Jesús Herrero tardó seis minutos en aparecer en la meta española. Todo iba rodado. Los checos, ahora sí, reaccionaron, pero Resetar se topó con la madera.
Raúl Campos, muy activo, robó en pista rival, asistió a Borja y este le regaló el tercer tanto a Raya, el primero del granadino en un Mundial. Las conexiones al primer toque funcionaban a la perfección y, pese a que la República Checa asomaba más la cabeza, veían que poco podían hacer. Faltaba Adolfo, el mejor de España en lo que llevamos de torneo, para unirse a la fiesta. Jugada magistral de Raúl Gómez en banda que, tras arrastrar a dos jugadores, asiste al de Santa Coloma para marcar su quinta diana en el torneo. España había marcado, hasta el momento, cuatro goles en cada partido, y ahora lo hizo en la primera parte. Incluso Bebe tuvo el quinto, aunque su zurdazo se topó con la madera. Era el cierre a un primer tiempo perfecto.
Reacción checa
En la reanudación, como era de esperar, los checos apretaron y, ahora sí, España tuvo esos complicados minutos iniciales. Jesús Herrero intervino en dos ocasiones claras, pero la tercera ya no pudo pararla. Resetar, tras un rebote, recortó distancias, y la Selección sufría. Fede Vidal pidió calma, templó el partido con jugadores veteranos y sofocó la rebelión checa. Mellado acarició, de nuevo, el quinto: su balón se estrelló en los dos palos. Solano también tuvo en la madera un obstáculo. Tocó, entonces, hacer buena la veteranía: jugadas largas, desgaste del rival, riesgos mínimos... que el tiempo pasase.
Y fue a falta de 8:51 cuando Neumann tomó riesgos: portero-jugador con Holy, y demostraron que lo tenían muy bien trabajado. En la primera jugada, anotó con un potente disparo. Son unos octavos de un Mundial y era difícil pensar que no se sufriría. Siguieron apretando, incluso haciendo frente a uno de los mejores defensores para este tipo de juego como es Adolfo, con una buena variedad de jugadas, y se llegó a mascar el tercero después de que un balón de Vnuk se pasease por la línea. Fue el capitán Carlos Ortiz, en los instantes finales, el que cerró el partido con una gran presión y robo. Un tanto celebrado con mucha rabia, porque España pasó un mal rato, pero lo sacó adelante con poderío. Próxima parada: cuartos de final ante Portugal. El sueño de la tercera estrella sigue en pie.