España remonta ante Japón para sacar el billete a octavos

Con sufrimiento, y con remontada, pero España ya está en octavos de final. La Selección sacó adelante un partido muy complicado ante Japón (4-2), que llegó al descanso por delante en el marcador y que durante muchos minutos tuvo el control total del partido. De esta forma, los de Fede Vidal se aseguran estar en la siguiente fase y el liderato pasa por puntuar el lunes ante Angola (17:00, GOL), la cenicienta del grupo, por lo que la primera plaza no se debería escapar. Y eso que por momentos, los nipones optaron claramente a ella, por ganas y por calidad.

Antes de empezar, el partido ya era histórico, y es que era la primera vez en un Mundial que dos mujeres arbitraban: la argentina Valeria Pama y la argentina Estefanía Pinto. Un bonito paso adelante. Y el cambio respecto al duelo inaugural frente a Paraguay también se notó en este aspecto, ya que los contactos eran señalados con falta con más facilidad que en el día del estreno. Criterios de cada uno. Lo que España hizo fue, de nuevo, salir peor que su rival. Los primeros minutos volvieron a ser de incertidumbre, con pérdidas atrás, y sin embargo fue Borja el que abrió el marcador. Pared con Adolfo y punterazo que, tras golpear el poste, entró en la portería. Raya, que pasó de descartado en el primer duelo a titular en el segundo, estuvo muy activo en estos compases iniciales. 

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Sin embargo, y cuando se presumía lo contrario, el tanto no afectó a Japón, que siguió con su buen juego liderados por un estelar Shimizu. El pívot del Córdoba es una de las figuras de este Mundial y dejó su sello ante España. Reteniendo el balón de espaldas, generando ocasiones a la media vuelta... un dolor de cabeza para los cierres españoles. Hoshi, de los que más técnica tenía sobre la pista, avisó primero y marcó después. Un disparo suyo, repelido por Adri, se coló en la portería de un Jesús Herrero que poco pudo hacer. Era el primer tanto que encajaba España en el torneo, una Selección cuya base es la defensa y la estrategia. Dolió.

Japón siguió con el control del partido, haciendo trabajar, y mucho, a Jesús Herrero, y el segundo tanto llegó con una de las armas de España: a balón parado. Córner y disparo lejano de Henmi para dar la vuelta al marcador. Una selección sin complejos y ofensiva que estaba poniendo a la bicampeona del mundo contra las cuerdas. Incluso el marcador al descanso (1-2) no era tan mala noticia, porque pudo ser peor. "Más tensión", reclamó Fede Vidal, muy enfadado, en un tiempo muerto. En los segundos finales de la primera mitad, Adri erró un doble penalti para igualar el encuentro. Fue una primera parte con mucho que corregir, y Vidal así lo hara, porque es un entrenador muy metódico.

En la reanudación Japón salió a por el tercero. Dos ocasiones más, con Herrero de nuevo protagonista, y España sin ideas, en problemas. Los minutos fueron pasando, las rotaciones se notaron (Vidal descartó a Dídac y Bebe para este duelo) y España fue tomando el control. Una vez más, Solano fue clave. El cordobés, tras una salida mejorable de Higor Pires, asistió a Chino para que marcara a portería vacía. Ya llovía menos. El gol empujó a España e hizo pequeña a Japón, que se echó unos metros para atrás. Raúl Campos, tras una jugada de pizarra, el que anotó el tercero. Japón acarició el empate y quedaban diez minutos de tanteo.

Fue a menos de dos para el final cuando Bruno García sacó el portero-jugador, aunque sin éxito. Tolrá sentenció con un derechazo casi desde su área aprovechando la ausencia de meta y Jesús Herrero remató su partidazo parando un doble penalti casi sobre la bocina. Susto superado, a octavos (ante República Checa o Vietman presumiblemente) y a corregir los errores. Japón, por su parte, se jugará el segundo puesto ante Paraguay el lunes. Para España, la próxima parada es Angola, que no debe suponer tantos problemas como los nipones.