100 Millas por donde camina el oso
La comarca asturiana de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias acoge en septiembre la primera edición de un ultramaratón que llevará a los participantes a través del sendero GR-203.
Transitar por el relieve asturiano hasta sumar 170 kilómetros de senderos salvajes. A pie y sin descanso. Puede sonar incluso pretencioso, pero es el desafío que propone las "100 Millas por donde camina el oso", un ultramaratón de montaña nacido en el seno de la comarca de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Un reto titánico que otorga a sus participantes la aventura de recorrer el sendero GR-203, paradero habitual del oso pardo. De ahí el nombre de la criatura.
Las carreras de montaña han multiplicado su número de fieles en los últimos años. Tal vez la ciudad se ha quedado pequeña para acometer distancias mayúsculas como las que presenta el evento asturiano. Las "100 Millas por donde camina el oso" es el resultado de la inquietud de un grupo de amantes de la montaña que venera su tierra hasta el punto de sentir la imperiosa necesidad de compartirla con los forasteros. Y eso es lo que han hecho. El proyecto es ambicioso y la meta desafiante: convertirse en uno de los ultramaratones de referencia en Europa. Hay trabajo. Y también ilusión, por supuesto. Mucha.
Por eso con el apoyo de la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Turismo del Principado de Asturias, los cuatro ayuntamientos implicados –Cangas del Narcea, Degaña, Ibias y Villablino– trabajan incansablemente desde hace meses para la semana del 14 al 19 de septiembre. Serán días frenéticos en los que la comarca se convertirá en un hervidero de corredores alpinos, tipos fibrados a los que un maratón, con sus 42 kilómetros reglamentarios, ya se les queda muy corto. Esto es lo que los entendidos llaman Trail Running.
Pero no solo de correr vivirá las "100 Millas por donde camina el oso". También lo hará de los manjares, cultura y viñedos de su tierra. Por eso paralelamente a las pruebas deportivas se celebrarán actividades infantiles, visitas guiadas, ferias artesanales y excursiones de interés a las bodegas y comercios locales. Una completa experiencia para toda la familia donde correr es solo la excusa. Pero la excusa ideal, claro. Porque esperan cinco recorridos de montaña seleccionados cuidadosamente para saciar los deseos de cualquier interesado: 170, 116, 68, 42 y 14 km. Todo es ponerse. Si bien el itinerario no presenta excesiva dificultad técnica, los desniveles del terreno endurecerán el empeño más que la propia distancia.
Un cartel estelar
La apuesta de las instituciones asturianas por su ultramaratón no es ningún farol. Y para comprobarlo basta con repasar la lista de aspirantes a ocupar las posiciones altas de la clasificación. Destacan varios atletas internacionales con la Selección Española, medallistas en campeonatos mundiales y vencedores de prestigiosas carreras de skyrunning. Entre los confirmados, Azara García de los Salmones, Pablo Villa, Gemma Arenas, Oihana Kortazar, Miguel Heras o Jordi Gamito. Todos ellos compartirán salida con los más de mil corredores amateur inscritos para el gran estreno. Quienes opten por la distancia más larga podrán gestionar su esfuerzo haciendo uso de las tres bases de vida dispuestas en el recorrido. Allí podrán dormir, comer, estirarse, pensar o cualquier cosa a convenir para querer levantarse y seguir devorando kilómetros.
El objetivo final es alcanzar la meta ubicada en el pueblo de Cangas del Narcea antes del tiempo máximo reglamentario. Por eso la estrategia nutricional y la gestión de los ritmos en los diferentes sectores del circuito son aspectos críticos. Es como una partida de ajedrez contra uno mismo: ahora ataco, ahora defiendo, ahora como y ahora descanso. Solo hay que acertar en los tiempos y las cantidades.
Turismo deportivo
Las "100 Millas por donde camina el oso" se afana por reunir en un mismo lugar toda la esencia del territorio astur. Por eso ofrece naturaleza, gastronomía, cultura, vino y leyenda. Ahí reside el atractivo de un proyecto que desea convertirse en destino turístico-deportivo para cualquier atleta de resistencia. Y que no necesita mucho más marketing que un puñado de fotografías y el buen gusto de quien las advierta en las páginas de una revista o algún digital deportivo. La materia prima para organizar un ultramaratón en la Cordillera Cantábrica estaba ahí. Solo hacía falta emprender. Ahora ya solo queda atarse las zapatillas y echar a correr.