McGregor, sin red ante Poirier

Conor McGregor juega sin red en el UFC 264. Su pelea ante Dustin Poirier es mucho más que un pleito. El irlandés, de 32 años, se juega su futuro este sábado. Ha perdido dos de sus últimos tres combates y otro tropiezo podría ser una losa demasiado grande. Necesita ganar, no le vale otro camino. Él lo sabe y por eso se ha preparado a conciencia. Mucho gimnasio, acondicionamiento físico... y poco calentar la pelea. De hecho, en su entorno reconocieron que enero "se confió" y que ahora estaba muy centrado. Hasta la rueda de prensa de este jueves no había hecho o dicho nada que cambiase esa percepción. En la semana de pelea las cosas cambian. Hay que calentar lo que sucederá en el octágono y en eso es un genio.

Es lo que toca, pero la diferencia de actitud entre Conor y Poirier puede denotar el nerviosismo del irlandés. Y es lógico. El estadounidense, por su parte, está tranquilo. Mucho. Ganará lo que nunca hubiese imaginado (unos 3 millones de dólares, lo que se calcula que es casi su patrimonio) y se siente con la confianza de haber noqueado a 'The Notorious' hace seis meses. Tiene el poder y en ese último pleito lo demostró. Cuando apretó y cerró espacios, ahogó y dañó a Conor.

La previsión de la pelea se mueve ahí, en la incertidumbre de lo que McGregor puede enseñar. Por eso, las apuestas no se decantan para ningún lado. El irlandés tendría que haber recuperado el sentido de la distancia y sobre todo la rapidez para poder salir si es encerrado. Ahí falló y debe corregirlo. Poirier seguramente no cambie el paso. Está en el mejor momento de su carrera y tiene el poder de dormir a cualquiera. En la revancha salió confiado en sus posibilidades, estudió las debilidades de su oponente y le ejecutó. Pretende repetir. McGregor tendrá que estar veloz para sorprender con sus golpes e intentar no quedarse sin salidas. La presión entrará ahí. Es un hombre con sobrada experiencia, que hace esto por placer (ganará 10 millones, pero el año pasado ganó mas de 180) y por buscar aumentar su leyenda... pero no poder despedirte como quieres afecta a todos. Si supera el factor mental y vuelve a demostrar la chispa con la es capaz de tumbar oponente podrá volver a soñar con ser campeón. Si el desempate de la trilogía cae para el 'Diamante', quizá sea el último baile de Conor. Todo está en sus manos.