Lomachenko y su rodillo están de vuelta tras aplastar a Nakatani
Vasyl Lomachenko volvió ocho meses después de perder ante Teófimo López. Fue muy superior a Masayoshi Nakatani y el árbitro paró el duelo en el noveno.
Esquivas imposibles, contragolpes desde ángulos inverosímiles, rapidez de manos y piernas... Vasyl Lomachenko es un superclase y un combate, su derrota ante Teófimo López, no lo cambiará. El ucraniano regresó este sábado a la acción tras ocho meses y lo hizo demostrando que no había perdido ni un ápice de su calidad. Masayoshi Nakatani pudo dar buena cuenta, y es que el japonés se marchó para casa impotente. No fue capaz de poner en aprietos a Loma, quien pudo acabar el duelo en nueve asaltos. La inferioridad del nipón era manifiesta y el árbitro paró la masacre a tiempo. 'NoMasChenko' volvió al ring.
La pelea estaba muy decantada sobre el papel. Es cierto que el nipón aguantó doce asaltos a Teófimo y eso daba morbo al pleito, pero una vez que sonó la campana todas las previsiones se confirmaron. Lomachenko era tremendamente superior. En los dos primeros actos, el el ucraniano sorprendió gracias a su velocidad y Nakatani viendo lo que se venía empezó a trabar las acciones en el tercer acto. Eso no impidió que el excampeón mundial fuese mejor (superó el 40% de acierto en todos los rounds y en algunos rozó el 60%), pero afeó la faena.
Todo pudo cambiar en el primer asalto. Un cabezazo fortuito abrió en la cabeza a Lomachenko. No fue molestia y el ucraniano pudo hacer lo que quería: rodarse. Sacó todo su arsenal a relucir y lo poco que pudo hacer su oponente fue trabarle para intentar forzar que el resultado lo dictasen los jueces. No fue así. La racanería se paga y más ante alguien tan experimentado y con tanta calidad. Loma supo encontrarse el hueco en el quinto round. Estaba en el clinch y con dos manos tumbó a Nakatani. Se rehizo y la campana le ayudó, pero debía cambiar de rumbo. En el sexto acto no quiso trabar las acciones, sacó trabajo y a la contra el ucraniano lo masacró. Los golpes entraban claros y limpios, la respuesta era muy poca.. y tuvo que volver a trabar. Todo plan que ponía en juego era neutralizado por Lomachenko. El final era obvio. El asiático le puso corazón, pero la precisión de Loma le fue masacrando. El ojo derecho lo tenía prácticamente cerrado y en el noveno asalto, tras una buena serie del ucraniano, el árbitro paró la pelea. Justo. Buen regreso para Lomachenko.