Robles y su billete a Tokio, "la ilusión de toda una vida"

EI estar en unos Juegos Olímpicos es uno de los grandes sueños de un deportista, y Álvaro Robles (Huelva, 29 años), lo realizará este verano. “Estoy en una nube. Me he quitado un peso de encima enorme y voy a cumplir la ilusión de mi vida”, cuenta Robles a AS después de que el pasado sábado lograra el billete para los Juegos de Tokio. En el partido definitivo superó al ruso Sidorenko en el séptimo y último set... tras salvar cinco bolas de partido.

“Sentía que me lo merecía después de tantos años de trabajo. Tras el partido, me quedé vació, tanto por el esfuerzo físico como por la tensión acumulada”, destaca. Su rival, Sidorenko, era compañero suyo en temporadas anteriores en Alemania. "Es muy joven y está creciendo mucho. Sabía que sería un partido muy igualado, pero por suerte cayó de mi lado", cuenta el onubense, que renovó otra temporada por TTC Schwalbe Bergneustadt. La Liga terminó hace un mes para que los jugadores pudieran centrarse en estos torneos valederos para los Juegos.

Robles es la gran estrella del tenis de mesa español: situado el puesto 63º del ranking mundial, lleva casi una década en tierras alemanas, país en el que se disputa una de las Ligas más potentes del continente. Los meses para Robles suele ser ajetreados, sin freno, alternando viajes por todo el mundo en los diversos torneos más los duelos con su club. Antes del inicio de la pandemia, tenía la clasificación olímpica a un paso, pero el confinamiento complicó todo: se entrenaba en casa con un robot de sparring, torneos puntuables que quedaban cancelados... las opciones se agotaban, hasta que llegó el Preolímpico.

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“La cabeza es muy traicionera, y muchas veces pensé en lo que pasaría si no lograba clasificarme. Iré a Tokio con toda la ilusión del mundo”, dice. Tras los Juegos, en septiembre, será padre por vez primera, noticia que anunció tras su victoria ante Sidorenko: "Es algo que me dio un plus para lograr mi objetivo". A lo largo de su trayectoria, Robles tuvo momentos para el recuerdo como la plata mundialista en dobles en 2019. Sin embargo, lo tiene claro: "Estoy en el mejor momento de mi carrera, tanto física como psicológicamente".

Entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid (CAR) y se pone a punto con una y prometedora generación española de jugadores: “Tienen 19-20 años y les intento ayudar en todo. Creo que darán alegrías en un futuro”. Ahora, estará unas semanas en la capital entrenando, "con la tranquilidad de tener el pase a los Juegos conseguido y sin ningún tipo de presión, disfrutando". Meses de sacrificio que dieron resultado. "Ahora miro para atrás y, sin duda, mereció la pena cada esfuerzo". Ayer, María Xiao también logró el billete para estar presente en Tokio, dando a la Federación (RFETM) otro pasaporte olímpimco. Sin duda, un deporte en auge en nuestro país.