Arigatou Matsuyama
La victoria de Hideki en Augusta ha impactado en su país y se postula como último relevista de la antorcha en Tokio: "Gracias en nombre de todo Japón".
Rendidos a Matsuyama. "Gracias en nombre de todo Japón", decía con la voz entrecortada el locutor de la televisión japonesa TBS mientras los otros dos comentaristas no podían evitar las lágrimas. El primer nipón en ganar el Masters de Augusta, y también un ‘major’ en categoría masculina (en la femenina Chako Higuchi ganó el LPGA de 1977 y Hinako Shibuno el Abierto Británico de 2019), embocaba el hoyo 18 y certificaba un éxito histórico e inspirador para el país del sol naciente. "Fue realmente maravilloso. Su logro conmueve nuestros corazones y nos da coraje en la lucha frente al coronavirus", afirma Yoshihide Suga, primer ministro japonés.
La locura colectiva se adueñó de los aficionados y como refleja el periódico 'Asahi Shimbun' miles de ellos "pasaron la mañana con los ojos rojos por no haber dormido para ver la hazaña que ha abierto la puerta de la historia". Humilde, el golfista de 29 años que sigue empadronado en Sendai para “sentirse cerca de su gente” pese a llevar muchos años en EE UU, pidió disculpas por lo ajustado del resultado: "Destrocé los nervios de todos, así que intentaré ganar de forma más sencilla la próxima vez".
Matsuyama reconoció que los nervios "empezaron desde el primer golpe del recorrido y no acabaron hasta el último putt" y mostró entusiasmo por vestir la chaqueta verde de Augusta: "Estoy muy feliz de haber jugado bien por mi familia. Soy pionero y con suerte muchos otros japoneses me seguirán. Ojalá los jóvenes que no juegan al golf vean esto y piensen que es genial. Ahora está claro que un jugador japonés puede ganar. Mi mensaje a los niños es que hagan todo siempre lo mejor que puedan y sueñen con lo máximo". Héroe en Japón, que ya suena como último relevista de la antorcha olímpica para los Juegos de Tokio. "Sería un gran honor", dice Hideki que espera luchar, además, por la medalla de oro para su país.
'Matsuyama Masters' fue trending topic y al abrirse el mercado de valores de Tokio, lo que coincidió en horario con el final del Masters, las acciones de Value Golf subieron un 14% y las del fabricante de palos de Graphite Design un 16. El golf fue el tema estrella del día y los medios enviaron cámaras a diferentes puntos del país, como a la ciudad natal del ídolo nacional, del mismo nombre del apellido del jugador, donde se reunieron docenas de aficionados en el campo de prácticas que dirige su padre. "Este triunfo subirá la moral de todos”, "nos ofrece esperanza" o "toda la gente de mi alrededor lloraba en la calle mirando la televisión" eran algunos de los testimonios de los seguidores.
"Estaba al borde de las lágrimas. Paré el coche en la carretera y vi los últimos hoyos en el móvil", afirma Tomohiro Fukaya, ciclista de pista de la selección nacional, demostrando que el orgullo también henchía a atletas de élite. Y no sólo japoneses. "He tenido la suerte de pasar mucho tiempo en Japón y sé que les encanta el golf. Son personas muy orgullosas y lo estarán aún más hoy. Hideki será para siempre un héroe. Es un gran día para Japón y para el golf mundial", escribía Jack Nicklaus en redes sociales.
Mensaje similar y a través del mismo cauce el de Tiger Woods, que sigue recuperándose en su casa de Florida de las graves lesiones en la pierna derecha tras su accidente de coche: "Enorgulleciendo a Japón, Hideki. Felicidades por un logro tan grande para usted y su país. Esta histórica victoria impactará a todo el mundo del golf". El recibimiento a Matsuyama en Japón, sin fecha aún, se espera grandioso y multitudinario.