El Barça frena al Levante de la mano de Adolfo y la pizarra

El Barça está, por tercer año consecutivo, en la final de Copa y defenderá su título. El equipo de Andreu Plaza dejó en el camino a un Levante que llegaba el torneo como líder de la Liga pero que, por el momento, no tendrá el primer título de su historia. Los de Diego Ríos lo pelearon, especialmente en la primera mitad, con un partido muy físico en el que lograron anular a Ferrao, que al contrario de la mayoría de días, falló las pocas ocasiones que tuvo. Los valencianos se adelantaron en el marcador después de que Marcenio, en una falta que él mismo realizó, anotara en su propia portería. Tras el tanto, el Levante se empleó en defensa, disminuyendo sus ataques y con un gran desgaste físico. Las ocasiones se sucedían en el Barça... sin gol.

En la segunda mitad, el partido se volvió loco. Hubo ocho goles, seis de ellos del Barcelona. Tras el descanso, Plaza salió con su cuarteto de campo de brasileños pero con una modificación: Ximbinha por Ferrao. "En la segundad mitad lo único que cambió en nosotros fue el acierto", dijo el técnico azulgrana tras el encuentro. Y así fue. Ximbinha empató, pero el Levante se recompuso con un tanto de Gallo. Fue entonces cuando llegó el momento de la pizarra: Coelho, primero, y Adolfo, después, dieron la vuelta al marcador a balón parado. El líder, dando muestras de su gran temporada, volvió a empatar de la mano de Pedro Toro. No se iban a rendir, aunque el cuarto tanto, obra de Ximbinha, fue el que más daño hizo.

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Ferrao seguía gris, con una gran marcaje de Maxi Rescia sobre el brasileño, y los compañeros del de Chapecó lo aprovecharon para tener más libertad. Con cuatro minutos para el final, y con 3-4 para la conclusión, Diego Ríos se la jugó con Gallo de portero jugador. En la primera acción, Adolfo, uno de los mejores defensores en el juego de cinco para cuatro, se hizo con el balón y anotó desde campo propio. El ataque granota era espeso, sin poder generar ocasiones, y el desgaste físico empezaba a notarse, especialmente tras el esfuerzo que hicieron en la primera mitad. Ya casi sobre la bocina, Adolfo completó su hat-trick para cerrar el partido y meter al Barcelona en la final, otra vez.

Un torneo, el del WiZInk Center de Madrid, del que incluso se llegó a dudar de la participación del equipo catalán tras un arranque de temporada con crisis de resultados pero que, tras una derrota en los últimos veinticuatro partidos, vuelve a estar a un paso del título. Su rival, el Movistar. Los dos son los equipos que más veces han ganado la Copa (10 y 5, respectivamente) y sin embargo, se van a ver por vez primera las caras en una final. El fútbol sala español cada vez cuenta con más equipos potentes, como se está viendo en la Liga, pero por el momento, a la hora de la verdad, el peso del escudo se vuelve a notar.