Francia cae y Gales gana el Seis Naciones a distancia
La primera victoria de Escocia en París en 22 años certifica el cuarto título de los Dragones desde 2012, el primero con Wayne Pivac al frente.
Gales es campeona del Seis Naciones. El cuarto título del Puerro desde 2012 lo certificó este viernes, a casi 500 kilómetros de distancia del Principado, Escocia. El Cardo evitó lo que a priori ya era una machada improbable: que Francia le doblegara con bonus ofensivo y 20 puntos de diferencia. Incluso fue más allá y se llevó su primer triunfo en Saint Denis desde que el torneo amplió su nómina con la inclusión de Italia en el año 2000.
Así, la victoria sobre la bocina del Gallo el pasado sábado fue engordar para morir. A galeses y escoceses les unen siglos de resistencia a la autoridad británica y los segundos jugaron como si les fuera la vida en ello. La delantera caledonia fue un primor desde el inicio. Su agresividad descolocó a Francia, demasiado ansiosa, y el ensayo de Van der Merwe al cuarto de hora de partido enfrió mucho las aspiraciones locales.
La obligada reacción, el primer ensayo de los cuatro que debían conseguir, como mínimo, los de Fabien Galthié, llegó de la mano de Dulin en el 35’, muy tarde. El 13-10 al descanso se antojaba un botín escaso, pero la amarilla a Hogg justo antes del parón dio alas a Francia en el amanecer del segundo acto. Penaud echó más leña al fuego con un posado a la salida de vestuarios y por momentos pareció que el Gallo podía despegar.
No fue así. Cherry devolvió el golpe en el 60’ y enterró cualquier tipo de esperanza. Francia apuraría sus opciones con otra marca, esta de Rebbadj. Pero 17 puntos con al menos un ensayo en cosa de un cuarto de hora eran tarea casi imposible. Al final la cosa acabó en un 14 contra 14 por una roja a Russell y una amarilla a Serin. Cuando ya ni siquiera un milagro podía alejar a Gales del título, llegó la estocada definitiva con el segundo ensayo de Van der Merwe.
Pese a la decepción final, una de las certezas que deja el torneo este año es la de que Francia va por buen camino de cara al Mundial que albergará en 2023, con una gran generación que se hace mayor a marchas forzadas. Otra es el espaldarazo al proyecto de Wayne Pivac al frente del Puerro. Todas las dudas que arrojó su primer año parecen ahora despejadas con un título tan legítimo como inesperado.