"Hay que decirle a las marcas que apuesten por nosotras porque somos un valor seguro"

Cambios

"La mujer está muy capacitada para hacer muchas cosas y se está viendo. Veo menos diferencias que antes. Varias marcas que me patrocinan ahora tienen muchas mujeres", valoró Carolina Marín los progresos de los últimos tiempos en cuanto a la equidad. "Al principio como futbolista tenías muy pocas cosas a las que aspirar. A raíz de la entrada de patrocinadores o lo de Universo Mujer entró dinero y hubo un boom. El Europeo de 2015 y el Mundial de Canadá fueron un punto de inflexión. Nos hizo creernos que podemos dedicarnos a esto. A partir de ahí ha habido muchos avances", contó Tirapu. "Las diferencias siguen siendo muy grandes, sobre todo en lo económico. Pero hemos conseguido muchas cosas en cuanto a instalaciones, dedicación exclusiva, disponibilidad de gimnasios… Todavía tenemos metas, muchas alcanzables, pero la de equipararnos en salario la veo un poco utópica todavía. Implicaría cargarse a muchos equipos de la Primera Iberdrola. En el convenio también hay muchas cosas que mejorar", añadió.

Patrocinios

Uno de los caballos de batalla en esta lucha es la equiparación de las cantidades que perciben hombres y mujeres por su actividad deportiva, patrocinios, etc. "No he encontrado las mismas barreras en el bádminton que puede haber en otros deportes. Pero a las marcas hay que decirles que no se entiende porque un hombre cobra más que una mujer. Tienen que apostar por nosotras. Somos las que más medallas estamos dando al deporte español. Vamos a seguir luchando y trabajando por ello", demandó Marín. "Somos un valor seguro a la hora de representar algo porque hemos tenido que ser ejemplares para conseguir las cosas", le secundó Tirapu.

"En el fútbol masculino se habla de millones de euros como si fueran miles. En el femenino ya ha habido cosas como el contrato de Hegerberg. No está tan lejos. Quizá no haga falta que la Selección gane algo para llegar a eso, quizá baste con una medalla o la entrada de patrocinadores. Un acompañamiento más continuo", siguió la exguardameta. Lo poco que recibió en su día era un privilegio: "Me regalaban guantes. Creo recordar que fui la primera en eso. Para el Mundial de Canadá aparecieron algunas marcas de patrocinio pero siempre con contratos vinculados a material. Hoy en día eso ha crecido, pero el sustento de las jugadoras viene por los clubes y no por los patrocinios. Hay diferencias con los hombres en ese sentido". Marín aportó desde su experiencia en el bádminton: "En mi deporte la diferencia sigue siendo brutal. Las marcas pagan en función de la visibilidad y a los hombres les dan más. Luego en la pista no hay las diferencias que puedes ver en otros deportes, como por ejemplo el tenis. Hay que apostar fuerte por nosotras".

Visibilidad

Las tres consideran que no se hace lo suficiente por visibilizar sus logros. Creen que a veces son casi fantasmas para los medios. Y se sienten solas. "Hasta que no conseguí la 22ª medalla olímpica me conocían en mi comunidad de vecinos y poco más. Necesitamos más atención", pide Perales. "No podemos disfrutar tanto del deporte femenino en los medios como del masculino. Me gustaría que se les dedicara el mismo tiempo, pero creo que vamos por el buen camino. Las deportistas tenemos mucha responsabilidad en que esto cambie". "En España hay muchísimos deportistas de muchísimas disciplinas que son campeones del Mundo y de Europa, tenemos que sentirnos afortunados de eso y hablar de todos ellos, tanto chicos como chicas", afirmó por su parte Marín. "Creo que los periodistas son el nexo entre jugadoras y afición. Ese trabajo que hacen, si se le da una vuelta a más, se va a magnificar y nos va a aportar mucho a todos", defendió Tirapu.

Discriminación y conciliación

¿Cómo es lidiar con las barreras que se encuentran las mujeres deportistas en el día a día? ¿Y conciliar su actividad profesional con la maternidad? Perales explicó su experiencia al respecto: "Yo he vivido más discriminación por la discapacidad que por ser mujer. Practico un deporte en el que no hay diferencias entre sexos. El movimiento paralímpico, además, es más joven que el olímpico y ha nacido en un momento de más igualdad. En la conciliación sí se nota más. Las abuelas me ayudaban mucho, pero ahora tengo el gran problema de que no sé con quién dejar a mi hijo y es un año muy importante a nivel deportivo". Cree que formar una familia es mucho más difícil para la madre deportista que para el padre deportista: "Tenemos más. Somos las que tenemos que parar la actividad. Tiene que ser una decisión muy meditada. Los chicos no tienen por qué. Otro añadido es que, a la hora de volver a la alta competición, nos cuesta mucho. Yo llegué a plantear que en los Centros de Alto Rendimiento pudiéramos tener guardería". La múltiples veces campeona olímpica cerró con una petición: "Que la gente nos venga a ver. El que prueba, repite. Cuando alguien viene a vernos se da cuenta de lo que movemos y los valores que conseguimos transmitir". Y un mensaje: "Una medalla, si no puede compartirse, no es nada".