Las desventuras de Tiger Woods: operaciones, divorcio, adicciones, detención...
El estadounidense ha sido objeto de elogios por su extraordinario talento dentro del campo de golf y ha recibido críticas por sus polémicas en su vida personal.
Tiger Woods ha sido siempre objeto de contrastes. Su tremendo talento jugando al golf se ha visto enfrentado con todo lo ocurrido fuera de los campos. Elogios grandilocuentes junto a furibundas críticas le han acompañado siempre. Sus triunfos deportivos han compartido minutos de televisión y págincas de periódicos y revistas con, por ejemplo, sus infidelidades que le hicieron protagonizar uno de los divorcios más caros en la historia del deporte mundial con su entonces pareja Elin Nordegren tras salir a la luz varias relaciones extramatrimoniales, incluyendo pagos por sexo con prostitutas.
Algo parecido sucedió años después con su segunda esposa, la esquiadora Lindsey Vonn. Además llegó la confesión del propio Woods sobre sus adicciones al sexo y al alcohol y la decisión de ingresar en un centro de rehabilitación para solucionar su problema. En el recuerdo popular queda el accidente de coche que tuvo cuando aún compartía su vida con Nordegren y estrelló su vehículo dentro de su propia mansión y la modelo sueca descubrió a Tiger en estado de ebriedad, inconsciente y acompañado de diez mujeres. O la detención por parte de la policía de Florida por quedarse dormido dentro de su coche de madrugada y con signos de embriaguez.
Todos estos sucesos provocaron el adiós de los patrocinadores, entre ellos Nike, Gatorade, Gillette o EA Sports lo que le supusieron pérdidas. Sin olvidar todos los problemas físicos que acarrea y que le han hecho pasar por el quirófano en innumerables ocasiones: cinco operaciones de espalda, otras tantas en la rodilla izquierda, problemas de codo, cuello, tendón de Aquiles. Tiger Woods tiene ahora 45 años y lo fundamental es que esté bien tras su accidente de automóvil.