El Bidasoa triunfa en León y el Sinfín sorprende al Logroño

El CD Bidasoa cumplió con la tradición de las últimas temporadas y sumó este miércoles su tercera victoria consecutiva en León ante el Abanca Ademar (27-33) en uno de sus duelos directos por el subcampeonato de liga, un choque que los visitantes dominaron de principio a fin. Si en el encuentro de la primera vuelta en Irún Ademar sorprendió con una salida en tromba y pletórica de acierto que le supuso llegar con una renta inesperada de nueve goles al descanso, Bidasoa aprendió la lección y entró de lleno en el encuentro mandando desde el inicio.

El comienzo estuvo marchado por el duelo de acierto en dos posiciones: el pivote con el visitante Julen Aginagalde y el local Marchán; y el extremo derecho entre con Gonzalo Pérez Arce por los leoneses y Kauldi Odriozola en los irundarras. Pero fue éste el que desarboló a Ademar, tanto desde su posición natural como también en sus desdoblamientos, robos y en la posición de lateral zurdo dentro de un juego combinativo de los de Jacobo Cuétara que no encontró respuesta, ni en la defensa leonesa ni tampoco en su otras veces salvadora portería.

Solo la efectividad en ataque, con Natán Suárez y luego el chileno Erwin Feutchmann tomando el testigo de Marchán y Gonzalo, pudieron aguantar los ademaristas acercándose a rentas de dos goles, pero llegaron con la máxima desventaja de toda la primera mitad al descanso (16-20). Tras el descanso, lejos de cambiar la tónica del encuentro, Bidasoa siguió jugando a placer con una primera línea muy resolutiva ante un rival al que nada le funcionaba, y que además acabó por perder también la inspiración ofensiva que le había mantenido cerca en el marcador.

Los leoneses dilapidaron cualquier mínima opción de meterse en el encuentro con sus pérdidas ante la defensa abierta de los irundarras, errando incluso dos penas máximas consecutivas y sin encontrar en toda la segunda mitad a Marchán en el pivote. Después de una sequía en ambos equipos, que favorecía al conjunto de Cuétara dada su distancia en el marcador, que llegó a ser de hasta siete goles (22-29), el partido ya no tuvo historia en el último cuarto del mismo ante la impotencia ademarista y el partido serio y tremendamente efectivo de su rival que se llevó dos puntos de oro en la lucha por la segunda plaza.

El Logroño paga caro su mal inicio y pierde ante el Cantabria Sinfín

El Cantabria Sinfín se ha impuesto al Logroño La Rioja por 23-27 en un choque dominado en todo momento por los santanderinos ante un equipo riojano desdibujado por las bajas y la falta de ritmo. La ausencia de cinco jugadores lastró al Logroño desde el inicio, pero más lo hizo el no haber podido entrenar en buenas condiciones en pretemporada y no haber jugado ningún amistoso; fruto de ello el equipo riojano tardó mucho en meterse en el partido, o no lo hizo nunca en realidad, y estuvo muy lejos de ser un conjunto que quiere luchar por el subcampeonato.

El Logroño "regaló· el primer tiempo a su rival y lo pagó caro. Saltó al campo sin ritmo y sin contundencia en defensa y el equipo cántabro vio las facilidades que le daban y las aprovechó para colocarse con cuatro goles de diferencia. Un margen muy importante si enfrente tienes a un rival con poca capacidad para cambiar las cosas, como en este momento es el Logroño por sus bajas y falta de ritmo.

Las carencias de los locales quedaron claras cuando ni siquiera fueron capaces de frenar al pivote José Manuel Herrero (5 goles antes del descanso) a pesar de que el pivote era la posición que mejor tenían cubierta los locales con Sikosek, Moreira y Sánchez Migallón. Para colmo, Jorge Pérez tampoco estuvo fino en la portería, todo lo contrario que Ernesto Sánchez en la de los cántabros.

Así, todo le sonrió al equipo visitante en el primer tiempo, mientras el Logroño apenas consiguió parecerse a un equipo consistente; aunque al final apretó un poco más en defensa y consiguió irse al descanso con una desventaja "aceptable" de dos goles (13-15). El Logroño trató de ser otro en el segundo tiempo, con Rangel en la portería y una defensa más sólida, que por momentos puso nervioso al Cantabria, que se daba cuenta de que con lo que había hecho hasta el momento no le era suficiente.

El equipo riojano logró así empatar el partido a 17 goles a los 9 minutos del primer tiempo; pero comenzaba ya a notar el cansancio de no tener casi jugadores de banquillo y casi de inmediato sufrió otro "bajón" que "animó" a su rival, ya que se vio en poco tiempo otra vez con margen (18-21). De hecho, a menos de diez minutos del final los cántabros se veían cerca de ganar y optaron por administrar el ritmo de juego, pararlo al máximo para que el tiempo pasara.

El Logroño trató, por el contrario, de jugar la recta final como si fuera una contrarreloj, pero eso también jugó en su contra, porque le llevó a precipitarse en varias acciones -frente a un Ernesto Sánchez espectacular en la portería cántabra- y desperdiciar balones para acercarse de nuevo en busca del empate. Así no solo no igualó sino que finalmente volvió a ceder terreno y perdió por cuatro goles, los mismos que "regaló" al principio, para alegría del equipo santanderino que celebró el triunfo como si hubiera ganado una final. Algo que puede ser así en su búsqueda de la permanencia.

Partidos de la jornada 18

Granollers 26 - Benidorm 25

Cuenca 36 - Cisne 25

Logroño 23 - Sinfín 27

Ademar 27 - Bidasoa 33

Huesca 29 - Nava 25

Puente Geníl 28 - Villa de Aranda 21

Cangas 31 - Valladolid 28

Anaitasuna - Guadalajara (aplazado)

Puerto Sagunto - Barcelona (aplazado)