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Solo los Juegos librarían a Si Woo Kim de la mili de Corea del Sur

Sus victorias en el PGA, la última en el American Express de la semana pasada, no le eximen del servicio militar obligatorio. Una medalla en Tokio sí lo haría.

Solo los Juegos librarían a Si Woo Kim de la mili de Corea del Sur
Sean M. HaffeyAFP

La sombra de un enfrentamiento armado planea siempre sobre las dos mitades de Corea, la sur y la norte. No en vano, la guerra que enfrentó a ambas entre 1950 y 1953 no ha terminado formalmente, dado que no se firmó tratado de paz alguno. Simplemente se acordó un armisticio que rige hasta nuestros días.

Esa tensión con el vecino comunista es la principal causa de que el gobierno surcoreano mantenga aún un servicio militar obligatorio, algo raro en la actualidad. Todos los varones entre los 18 y 28 años tienen que pasar dos años en la mili, incluídos los deportistas profesionales, que solo quedan exentos con una medalla olímpica o un oro en los Juegos Asiáticos.

Esto es un problema, pues el periodo de tiempo hábil para cumplir con la llamada a filas coincide con los que se supone son los años de máximo esplendor de un atleta. En el pasado ya ha habido casos como los de el futbolista del Tottenham Heung Min Son y ahora el fantasma está llamando a la puerta del golfista Si Woo Kim.

Que Kim sea uno de los mejores jugadores asiáticos del PGA Tour no es razón suficiente para que la Asociación de Mano de Obra Militar de Corea del Sur le licencie sin más. De hecho hay precedente con el caso de Sanmoon Bae, que ganó una President's Cup y dos torneos en el circuito norteamericano. Nunca volvió a ser el mismo tras el servicio militar. Kim, por su parte, ya lleva tres, entre ellos el American Express de la semana pasada y el The Players de 2017, pieza mayor que tampoco cuenta.

Así las cosas, la única tabla de salvación del coreano son los Juegos Olímpicos de Tokio, en el aire por la pandemia. Con la primera plaza de su país asegurada por Sungjae Im, Kim tendrá que pelear por la oportunidad de estar allí y ganar una medalla. Si no hay suerte, ya tiene asumido lo que le tocará: "He decidido que iré. No sé cuando. Pero estoy preparado".