El ‘King’ Ryan García ya tiene su trono tras noquear a Campbell
Ryan García se proclamó campeón mundial WBC Interino del peso ligero al noquear en el séptimo asalto a Luke Campbell. Superó una caída en el segundo.
Ryan García se colgó de Eddie Reynoso. Óscar de la Hoya subió de un brinco al ring y Canelo Álvarez se levantó como un resorte para aplaudir a su compañero de entrenamiento (pese a sus pleitos con el promotor, el campeón mexicano quiso apoyarle). Ryan acababa de hacer honor a su apodo y se hacía 'King'. El californiano, de tan solo 22 años, noqueó en el séptimo asalto a Luke Campbell y lo hizo en una pelea que pese a estar a dos de enero seguro que se recordará como una de las más emocionantes del año. El estadounidense se fue al suelo en el segundo asalto. ¿Influencer o boxeador? Lo segundo. García despejó todas las dudas que había sobre él: es un top y está preparado para dar la cara ante quien sea. Se hizo hombre en el ring.
El combate comenzó con incertidumbre, la que Ryan siempre pone. Una mano puede acabar con todo y podía suceder lo mismo. Dominó el primer round y también lo iba haciendo en el segundo. Parecía sólido y bien plantado... hasta que Campbell se hizo notar. Le cruzó una izquierda que le sentó. El prospecto se levantó enrabietado, con ganas hacer olvidar esa caída. Era su primer gran examen y lo pasó con nota. No se echó atrás. Dio un paso al frente y se bregó. Un boxeador se hace en la tarima y lo hizo. Pese a ir al suelo nunca pareció estar muy dañado. Supo dejar correr el reloj y esa acción le hizo despertar. Le llegó el golpe porque bajó su derecha. Fue su fallo. Ryan salió en un trono al ring, creyéndose su papel... pero después dio el callo y lo quiso resaltar al final: "He enseñado a la gente que no soy un boxeador de redes sociales. No eres quien parece que eres, eres quien demuestras ser", espetó.
Hizo lo que dijo, porque, aunque Campbell le tenía el tiempo medido y le contragolpeaba duro y con gran criterio, no cesó en su empeño. Se llevó golpes y él percutió con dureza. La pelea estaba vibrante. Podía pasar cualquier cosa y el grito de los fans lo provocó Ryan. En el quinto rozó el KO con un crochet, pero el punto final llegó con un hook al hígado dejó arrodilladlo a Campbell en el séptimo asalto. El inglés intentó recuperar la verticalidad, pero es un golpe de los que te paraliza. No pudo rehacerse. García aceptó el toma y daca, fue valiente y salió ganador. Silenció a todos sus haters y después conectó con el público que había en el pabellón. Pidió a Gervonta Davis y después a Devin Haney, que estaba entre el público. Además, hizo corear a la afición el apodo de Davis, 'Tank'. Tiene esa conexión especial con el público. Es un ídolo de masas y desde este sábado también se ha ganado el respeto como boxeador. El diamante debe pulirse, pero va por el camino correcto para pasar a la historia.
Roger Gutiérrez rompió la fiesta de los Alvarado
Antes del plato fuerte de la tarde en Texas, fue el momento de los gemelos Alvarado. Félix y René ponían en liza sus campeonatos mundiales. "Querían estrenarse con Golden Boy dando espectáculo y reteniendo sus títulos", avisaban en la previa. Lo primero lo hicieron, pero lo segundo no fueron capaces. El primero en entrar en acción fue Félix Alvarado, que si pudo retener el IBF del minimosca. Venció por TKO en el décimo asalto al sudafricano DeeJay Kriel. La pelea solo tuvo un lado y el nicaragüense montó una guerra de principio a fin. Envió a la lona varias veces a su oponente, pero Kriel resistía todo lo que le llegaba. Con los upper Alvarado abrió el camino y tras una derecha que dejó flotando al aspirante el referí paró el pleito. Lo hizo con gran criterio. El castigo estaba siendo muy importante.
Los gemelos siempre dan un buen show. Félix lo hizo y René también. En líneas generales pudo estar algo mejor que Roger Gutiérrez, pero el venezolano acabó con el Mundial WBA Regular (interinato) del superpluma en su cintura. Las caídas fueron la clave de la pelea. Alvarado entró algo frío. Le costó entrar en el combate y con golpes duros el retador fue sumando asaltos. En el tercer asalto el ya excampeón lo pasó muy mal. Con un upper se fue al suelo e instantes después tuvo una segunda caída. Fue valiente, al frente y tras una mano que cazó a Gutiérrez en el cuarta la balanza se igualó. Ponía más ritmo el nicaragüense, pero los golpes duros eran del aspirante. Pelea cerrada que apuntaba a que se decidiría en el round final. Así fue. Gutiérrez, que parecía más cansado, le cruzó un crochet que envió a Alvarado al suelo. El excampeón se rehízo, pero la caída fue clave: triple 113-112 para Roger Gutiérrez. Nuevo campeón con todo merecimiento.