Spence está de vuelta: gana con comodidad a Danny García
Errol Spence retuvo los mundiales WBC e IBF del welter al derrotar por decisión unánime a Danny García. Su accidente parece que no dejó secuelas, pero no lució.
Terence Crawford no quiso faltar a la fiesta. El campeón mundial WBO del welter fue uno de los 16.102 aficionados que permitieron entrar en el AT&T Stadium (con capacidad para 80.000 fans) de Arlington (Texas) para ver el regreso de Errol Spence. El monarca WBC e IBF del welter volvía a la acción un año y dos meses del brutal accidente de tráfico que sufrió (su coche volcó y él salió despedido). Pensaban que no podría boxear otra vez, pero lo hizo este sábado y además reteniendo sus cinturones por decisión unánime (116-112, 116-112 y 117-111) ante Danny Garcia. Todo parecía estar listo para lanzar el show, pero al hablar de futuro el campeón prefirió no dar nombres. Con el nivel que mostró no le da para atacar a Crawford.
Errol tardó un asalto en despejar dudas. Estaba rápido de piernas, se quitaba manos, pegaba con velocidad y virulencia… estaba en condiciones óptimas para lo que estaba haciendo. El accidente no le dejó secuelas. Muy diferente era lo de lucir. Danny García era un rival complicado para el regreso. Nunca es fácil boxear con él y esta vez no iba a ser menos. La diferencia de tamaño a favor del campeón fue una losa muy grande para el aspirante, a quien le faltó continuidad en muchos puntos del combate. El temor a una contra le hizo ser cauteloso.
Mientras, Errol seguro que agradece los asaltos. Los necesitaba y más contra alguien tan valiente. Empezó bien, estudiando y luego se fue soltando. Al principio pegaba más duro y después más continuo. La estadística no deja dudas. Spence conectó en los primeros cuatro asaltos 45 golpes por 38 de García, del quinto al final fueron 136 por 79. El campeón fue superior, sí, pero lo hizo en asaltos muy igualados. En la parte final se vio un poco de bajón por parte del texano, lo que a Danny le hizo emerger y estar mejor. Pese a ello, con el jab Spence controlaba. Había mucha diferencia de tamaño. Ese dato se reflejó en el daño. García acabó con su rostro muy magullado, principalmente de los golpes con el jab.
El beneficio de la duda se lo ganó Spence. El accidente parece que no dejó secuelas, pero la inactividad de 15 meses sí, quizá esas sensaciones fueron las que le hicieron no hablar de nombres al terminar. Estar tras un combate con sus cinturones ya era un logro. Volver y retener sus coronas es un paso importante, pero de momento ni le sitúa entre los mejores libra por libra del momento ni le pone en la ‘cara A’ en una hipoteca pelea con Crawford. Debe seguir trabajando.