BALONMANO | EUROPEO FEMENINO
El Europeo sigue en el aire a tan solo once días de comenzar
Dinamarca afronta la preparación como sede única, afirma la EHF. El Gobierno danés, cuyo anuncio se preveía para finales de esta semana, no lo ha ratificado.
A falta de once días para el inicio del Campeonato de Europa femenino de balonmano, que debería arrancar el próximo 3 de diciembre, la disputa del máximo torneo continental sigue todavía en el aire debido a la pandemia. Pese a que en un principio la Federación Europea (EHF) anunció que a finales de la presente semana se sabría si finalmente Dinamarca se encargaría de organizar en solitario el Europeo, tras la renuncia de Noruega, a día de hoy todavía no hay una confirmación oficial.
De hecho, como anunció este domingo la EHF, pese a la voluntad de la Federación Danesa, que ratificó su intención de que el torneo comience, tal y como estaba previsto, el próximo 3 de diciembre, los organizadores se encuentran todavía a la espera del visto bueno del gobierno y las autoridades sanitarias del país nórdico.
"A pesar de la falta de respuesta del gobierno y las autoridades sanitarias, la junta directiva de la Federación Danesa de Balonmano ha decidido por unanimidad continuar trabajando para la celebración del Europeo", anunció la EHF en su página web. Para ello, la Federación Danesa ha establecido un "estricto" protocolo sanitario. "Hemos descrito todo con el más mínimo detalle y nuestras pautas son mucho más estrictas de las que se aplican en el deporte. Creamos una burbuja donde todos se someten a pruebas constantemente, así como nos aseguramos que nadie entre, ni salga de la burbuja sin realizar con anterioridad un test", explicó el presidente de la Federación Danesa, Per Bertelsen.
Medidas sanitarias que aún deben recibir el visto bueno tanto del gobierno como de las autoridades sanitarias danesas. El Europeo femenino de balonmano, que debían organizar Noruega y Dinamarca, sufrió el pasado lunes un severo contratiempo, tras la decisión de Noruega de renunciar a la organización por la imposibilidad de adaptarse a las estrictas medidas impuestas por el gobierno noruego para evitar la propagación del coronavirus. Una renuncia que llevó a la EHF a establecer conversaciones con la Federación Danesa para que acogiese en solitario la disputa de todos los partidos del torneo.