Dos campeones, un objetivo
Deiveson Figueiredo expone este sábado, en el UFC 255, el cinturón del mosca masculino ante Álex Pérez y Valentina Shevchenko hace lo mismo con el femenino frente a Jennifer Maia.
El peso mosca es el estrella en el UFC 255. Este sábado, el UFC Apex de Las Vegas acoge un nuevo PPV en el que los dos monarcas que llegan a la cita lo hacen con el mismo objetivo: ganar para optar a un gran cartel. El duelo estelar lo protagonizará Deiveson Figueiredo, quien expone su cinturón ante Álex Pérez. El brasileño, de 32 años, está viviendo un sueño desde el pasado 18 de julio, cuando sometió a Joseph Benavidez para proclamarse campeón.
Figueiredo fue recibido en su pueblo, Soure, como un héroe. Del avión pasó a un camión de bomberos en el que recorrió la localidad entre una multitud de gente que le vitoreaba. Después, acudió al cementerio para llevarse el cinturón a su abuelo, recientemente fallecido y al que le había prometido ser campeón. Sin duda está en el punto más alto de su carrera y por ello piensa en grande. Mas allá del sábado, Figueiredo tiene claro lo que quiere. "Garbrandt y Cejudo son las personas con las que quiero pelear. Estoy a disposición de Dana White. Cuando quiera, si quiere, se puede dar cualquiera de esas peleas. Estoy disponible para dar espectáculo", apunta el campeón.
Pese a su confianza, tampoco quiere perder el foco. "No hay pelea fácil. Todas son peligrosas y no se puede subestimar a nadie. Siempre entreno para pelear con los mejores, y el sábado, haré que la pelea sea fácil para mí", añadió. El brasileño es favorito. Es más completo y viene de arrasar (hay que recordar que en febrero ya ganó a Benavidez, pero no fue campeón porque no cumplió en la báscula), pero Pérez llega con buena dinámica, la ilusión de lograr un sueño y tras noquear a Formiga. Dos dinámicas en la que la calidad de Benavidez debería reinar. Después será el tiempo de reclamar.
Las hermanas Shevchenko harán historia
En el duelo coestelar de la noche tendrá otro título del peso mosca en juego, en este caso el femenino. Lo expone Valentina Shevchenko, quien en esta categoría se encuentra muy cómoda. En dos años ha logrado ser campeona en cuatro ocasiones y busca la quinta este sábado para limpiar, literalmente la división. Jennifer Maia es la última de las primeras ranqueadas a la que le falta por ganar. Sin duda es favorita. Viene del muay thai, por lo que domina a la perfección la pelea en pie, pero además ha demostrado sus grandes dotes en el suelo. En esta división no está en inferioridad de peso y eso se está notando.
La brasileña viene de ganar a Calderwood, está en esta pelea por mérito propio, pero da la sensación de que va un paso por detrás de la campeona. Pese a ello, la ilusión es su bandera. Difícil, pero no imposible y en UFC un campeón contrastado que se confíe puede llevarse una sorpresa. Fuera de la pelea, en la que Shevchenko es clara favorita, la pelea será especial para la peruana (nacionalizada, ya que nació en Kirguistán), por dos razones. La primera deportiva. Si gana será difícil encontrar una nueva rival y ella quiere una trilogía contra Amanda Nunes.
El segundo motivo es personal, ya que coincidirá en la cartelera con su hermana, Antonina. Además de lo especial que es, harán historia. Nunca dos hermanos han estado la misma noche peleando en le mismo peso. ¿Podrá afectarles? "Eso solo afecta a gente que no tiene mucha experiencia y que está en esta situación. Con Antonina estuvimos mucho tiempo peleando el mismo evento hasta que tuvimos los campeonatos mundiales de muay thai en el que una le tocaba pelear antes que la otra. Entonces ya hemos vivido esto muchas veces en tanto tiempo que sabemos controlar nuestras emociones y no nos va a afectar de ninguna manera", apuntó la campeona.