Maestros del hielo
Javier Fernández, Sara Hurtado y Sonia Lafuente se preparan para convertirse en entrenadores y formar a la siguiente generación de patinadores.
Javier Fernández, Sonia Lafuente y Sara Hurtado, la crème de la crème del patinaje en España, cambian estos días el hielo por el pupitre. Retirados los dos primeros y en activo todavía la última, llevan a cabo en La Nevera de Majadahonda y vía online (la pandemia manda...) el curso de entrenadores de nivel I. Tres maestros del hielo que trasladarán su experiencia al campo de la enseñanza, para crear cantera.
"¡Es gracioso! Aunque mantenemos mucho el contacto, la vuelta al cole ha sido una sensación extraña y a la vez bonita. Está bien hacer el curso juntos", exclama Sonia Lafuente (28 años), que colgó los patines hace tres después de ser olímpica en Vancouver 2010 y participar en nueve Europeos y ocho Mundiales.
"¡Javi hizo una entrada triunfal el primer día, llegando el último! Pero ha cambiado mucho de cuando íbamos todos juntos al instituto…", bromea Sonia sobre el proverbial despiste del que siempre ha hecho gala el doble campeón del mundo. "Es extraño, pero muy interesante. Siempre hemos estado en el lado del deportista y hay muchísimas cosas que aprender a nivel de técnica. Ver a tu lado a la gente con la que has empezado, que tiene ahora la misma inquietud y que nos esté dando las clases el entrenador que nos enseñó de niños es muy bonito", apunta Superjavi, que en enero de 2019 se despidió con un séptimo oro continental. Habla de Jordi Lafarga, el técnico con el que él, Sonia y Sara comenzaron a soñar… y a volar.
"Mi plan de futuro es crear una escuela, desde la base hasta un nivel de competición internacional. Con patinadores españoles, pero abierto a personas de otros países. Como hicieron conmigo en Canadá en el centro de entrenamiento de Brian Orser, poder acoger a gente con talento de todo el mundo", revela Javier Fernández (29 años) sobre la meta que se ha fijado. Uno que fue de Quijote en esto del patinaje no lo debería tener difícil… "Me hará falta mucho trabajo y también alguna ayuda", advierte. Su idea es levantar su 'templo' en España en un plazo de un par de años.
"El sueño de nuestra generación es que los que vengan por detrás no tengan que pasar por lo mismo que pasamos nosotros. Irte de tu casa a edad muy temprana, sufrir para llegar a los Juegos, elegir entre estudiar y entrenar, dejar atrás tus raíces… Que encuentren aquí el ecosistema de alto rendimiento y no tengan que marcharse fuera", apoya al madrileño Sara Hurtado (27 años). Olímpica en Sochi 2014 en danza con Adriá Díaz y en Pyeongchang 2018 junto al ruso Kirill Khalyavin, tiene su meta en Pekín 2022, donde llegarán en plena madurez.
Sara tuvo que ser operada en julio de una dislocación del hombro derecho y fractura del labrum. La recuperación va viento en popa y aprovecha para realizar el curso promovido por la Federación Madrileña de Deportes de Invierno. "Ser entrenadora no es algo que sienta como una vocación, pero el patinaje me ha dado muchísimo como deportista y persona por la gente que he encontrado en el camino. Poder devolver algo a través de la enseñanza me parece muy bonito", cuenta Sara, que no sabe aún cuándo ni cómo podrá volver a Moscú, donde entrena a las órdenes de Sascha Zhulin. Entre tanto, disfruta: "Ha sido como volver a ser niños, como cuando aprendíamos a patinar juntos. ¡Y con el mismo profesor!. Un flash-back entrañable".
La pandemia ha obligado a Javi a frenar su show Revolution on Ice con el que llevaba dos años triunfando en España y haciendo incursiones en Japón. "Seguiré con espectáculos, pero quiero que casi todo mi tiempo lo ocupe la escuela", advierte el medallista de bronce en los Juegos de Pyeongchang 2018. "Me gustaría que en España existiera una pista con todas las facilidades posibles, para que los patinadores no tuviesen que irse fuera tan pronto, como me ocurrió a mí", incide.
Los mayores triunfos del de Cuatro Vientos llegaron de la mano de Brian Orser en Toronto, y ese es su espejo. "Quiero ser un entrenador exigente. Pero al mismo tiempo conocer personalmente a todos los deportistas para saber dónde está su límite o cuál es el momento mejor para sacar todo su rendimiento. Con Brian forjé una gran amistad, y eso facilitó mucho las cosas", recuerda.
Lafuente, nacida en Gran Canaria pero criada en Madrid, ya da clases en La Nevera y es vocal de patinaje en la Federación Madrileña. "Los tres tenemos una experiencia de muchos años en este deporte, pero no es lo mismo practicarlo que transmitirlo", reconoce.
"Madrid es la región con más instalaciones, aunque nos vendría bien alguna más para crecer. En La Nevera el primer grupo comienza a las 06:00 y el último acaba a la 01:00", advierte Sonia. Llegan tres maestros del hielo para ayudar a conseguirlo.